El antiterrorismo francés considera “marginal” el material inutilizado de ETA

Una responsable de la policía antiterrorista francesa calificó hoy de “marginal” la entrega en febrero ante la llamada Comisión Internacional de Verificación de armas y material que ETA dijo que había neutralizado y afirmó que la organización conserva parte de sus arsenales, fruto de varios robos.

La comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) Claire Carimantran subrayó que la banda “no ha depuesto las armas”, ya que conserva cierta cantidad, que no cifró, del robo cometido en Vauvert (sureste de Francia) en octubre de 2006.

En una declaración ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga a seis etarras, Carimantran hizo hincapié en lo “marginal” de lo presentado en el vídeo en el que activistas de la organización terrorista supuestamente neutralizaban una dotación de armas y otro material en presencia de miembros de la Comisión Internacional de Verificación.

Insistió en que, pese a las incautaciones de los últimos años en zulos o en los arrestos de etarras, “siguen teniendo pistolas” del medio millar que se llevaron de la Sociedad de Importación y Distribución de Armas y Municiones (Sidam) de Vauvert, pero también otro tipo de material, como miles de matrículas sustraídas de la empresa La Superplaque en Replonges, el 15 de marzo de 2006.

También les quedan elementos para la falsificación de documentos del robo perpetrado por un comando de ETA a la sociedad Fasver, el 5 de octubre de 2005.

Esos son algunos de los hechos por los que se sientan en el banquillo desde el lunes el que fuera jefe militar de la banda Mikel Carrera Sarobe, “Ata”; Zígor Garro Pérez, Marina Bernadó Bonada, Borja Gutiérrez Elorduy, Iurgi Mendinueta Mintegui e Ibón Gogeascoetxea Arronategi.

La oficial hizo una descripción del aparato logístico de su estructura y funcionamiento en torno al período 2005-2007 objeto del proceso, pues es al que se atribuyen los robos de material cometidos en la época en que la banda mantenía negociaciones con el Gobierno español e incluso anunció un alto el fuego.

A preguntas de la abogada de la defensa Xantiana Cachenaut, precisó que, de acuerdo con la documentación requisada en octubre de 2004 a la entonces jefa de finanzas, María Soledad Iparraguirre, y al jefe político, Mikel Albisu, en los archivos de ETA había alrededor de un centenar de activistas, de ellos una veintena en la logística.

Carimantran comentó que tras la captura en abril de 2004 de Félix Ignacio Esparza Luri, jefe de logística, la responsabilidad de ese aparato parecía haber pasado a Zígor Garro, ya que al ser arrestado en noviembre de 2006 tenía en su poder una serie de ficheros codificados con alusiones a “Lohi”, y, según subrayó, esos documentos sólo acostumbran a estar en manos de los jefes.

Indicó que los elementos de que disponen sus servicios apuntan a que su pareja, Marina Bernadó, estaba a cargo de la subestructura “Adi” encargada de la confección de documentos, dentro de la estructura “Fal”, de falsificación, en la que trabajaban ambos.

Con la detención de esta pareja junto a Ekain Mendizábal, ETA llevó a cabo un acercamiento en términos operativos del aparato logístico con el militar, lo que la policía de la SDAT vinculó con la posición de responsabilidad de Carrera Sarobe y la proximidad de éste con el entonces máximo responsable militar, Garikoitz Aspiazu Rubina, “Txeroki”.

Sobre la serie de robos a mano armada perpetrados entre finales de 2005 y 2006 que están en el centro de este proceso, la oficial antiterrorista indicó que, durante el alto el fuego anunciado por ETA en marzo de 2006, el aparato logístico no interrumpió sus acciones en Francia.

“De 2004 a 2007, el aparato logístico era un engranaje esencial de la organización (...) que ponía a disposición del aparato militar los medios para actuar” y “Francia era la retaguardia desde la que ETA podía preparar sus acciones violentas”, comentó.