Un concejal belga no casa a las mujeres que no le dan la mano por religión

El concejal de Familia del distrito centro de Bruselas, Alain Courtois, explicó hoy que se niega a casar a parejas en las que la mujer no le estreche la mano por motivos religiosos y que ha impedido ocho enlaces por esa circunstancia.

“Se informa a las parejas desde el primer contacto con mis colaboradores de que no podrán casarse si rechazan darme la mano por motivos religiosos”, declaró el político liberal al diario local “Le Soir”.

El político subrayó que los matrimonios que oficia son de carácter civil, por lo que entiende que las limitaciones de índole religiosa de los interesados no le conciernen.

“Si se quiere una ceremonia religiosa, se casa uno en la iglesia o en una mezquita o en no sé qué templo. Pero no podemos rechazar lo más elemental de la educación (dar la mano) con pretextos religiosos”, agregó Courtois.

Sin embargo, la ley no prevé que se pueda rechazar la celebración de un matrimonio por “falta de educación”, declaró al mismo periódico la abogada especializada en derecho familiar internacional Céline Verbrouck.

“Los servicios (públicos) están encargados de verificar que no se trata de un matrimonio ficticio únicamente para obtener un permiso de residencia o de comprobar que las dos partes consienten”, comentó la letrada.

Según Verbrouck, obligar “a una pareja a plegarse a los criterios sociales dominante puede revelar un exceso de poder, si su comportamiento no presenta un problema de orden público”.

El político, no obstante, rechaza de pleno esa interpretación legal y añade que no cambiará de actitud.

“Si estoy en posición de abuso de poder, seguiré abusando. Mi postura es muy clara y no cambiaré, agregó Courtois, quien precisó que tampoco casaría a una pareja que le niegue el saludo por motivos ”políticos“.

La ley belga prevé que una pareja debe casarse en el distrito o la localidad en la que está domiciliado uno de los dos interesados o en otra administración en la que puedan justificar un vínculo familiar.