El asesino del exdiputado ruso fue miembro de la Guardia Nacional de Ucrania

Pável Párshov, presunto autor del asesinato del exdiputado comunista ruso Denís Voronenkov perpetrado ayer en el centro de Kiev, era agente ruso y fue miembro de la Guardia Nacional de Ucrania, declaró hoy Antón Gueráschenko, asesor del Ministerio de Interior ucraniano.

Según Gueráschenko, Párshov, de 28 años, ciudadano ucraniano que murió ayer de un disparo en la cabeza efectuado por el escolta de Voronenkov, tenía la misión de infiltrarse en una unidad de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Nacional de Ucrania.

“Cumplió con éxito la tarea que le encomendaron los servicios secretos rusos y sirvió un año en una de las unidades de la Guardia Nacional”, escribió en Facebook el asesor del ministro del Interior, Arsén Avákov, y precisó que Párshov no participó en acciones de combate y se dio de baja en agosto del año pasado.

Gueráschenko, que también es miembro del Parlamento, anunció que serán revisados rigurosamente los criterios de admisión en los cuerpos de seguridad y las Fuerzas Armadas del país, “por cuanto aún no sabemos cuántos Párshov se nos han colado”.

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, llamó hoy a reforzar significativamente las labores de contraespionaje ante “las amenazas externas, en particular la creciente actividad antiucraniana de los servicios secretos rusos, que se ha manifestado de manera patente estos últimos días”.

Hizo este llamamiento en una ceremonia con motivo del 25º aniversario de la creación del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), heredero del KGB soviético.

Poroshenko recalcó que el esclarecimiento del asesinato de Voronenkov, del que ayer responsabilizó directamente a Rusia, es un “asunto de honor” para las fuerzas del orden ucranianas.

Según el portal informativo 368.media, Párshov fundó varias empresas que en 2013 fueron investigadas por lavado de dinero.

El exdiputado ruso, que el pasado día 3 fue declarado en busca y captura en su país por diversos delitos económicos, en diciembre del año pasado llegó huido a Ucrania, donde criticó la anexión rusa de la península de Crimea.

La Justicia rusa acusó al exdiputado de estafa, falsificación de documentos y de embolsarse entre uno y dos millones de dólares por la venta de un edificio de 1.500 metros cuadrados en Moscú requisado ilegalmente a sus legítimos propietarios.