La fundación del PSC cree que debe ser el “principal partido de los contrarios a la independencia”

Así lo expresa este miércoles su director, Albert Aixalà, en un artículo de la página web de la entidad recogido por Europa Press, donde ha asegurado que la participación activa de CiU e ICV-EUiA en la marcha implica que ambos dejan de representar un amplio espacio electoral en Cataluña: el de los catalanes que quieren seguir siendo españoles.

“Si CiU debe ser el principal partido que articule el independentismo, el PSC debe decidir ser el principal partido que articule a los contrarios a la independencia”, ha diagnosticado.

“DIVISIÓN DEL PAÍS”

Para Aixalà, la este martes ha sido la Diada de “la división del catalanismo y con ella, la división del país”, poniendo fin a una estrategia vigente desde la transición, donde han ido de la mano en autogobierno los principales partidos: CiU, PSC y el PSUC, luego ICV.

“Las coordenadas de la política catalana han cambiado de forma irreversible” tras una manifestación que ha definido como un gran éxito, ha indicado, y ha dicho que el PSC tiene una disyuntiva: seguir los mismos pasos de CiU, ICV y los sindicatos CC.OO. y UGT y sumarse al independentismo de ERC y SI, o bien continuar con un modelo de máximo autogobierno para Cataluña dentro de una España plurinacional.

El director de la Fundación Rafael Campalans también indica en el artículo publicado en la web de la entidad que el PSC se queda fuera del independentismo, “por voluntad propia y con razones de peso”.

Ahora el reto que tiene el socialismo catalán encima de la mesa “si quiere sobrevivir” es dejar clara cuál es su estrategia y hacerla sin complejos, y en cualquier caso, puede perder fugas de votantes y militantes, pero no tiene otra opción.

“La unidad del catalanismo de la Transición se ha roto. Y la unidad civil del pueblo de Cataluña ya no es un ideal viable a construir”, ha agregado el director de la fundación Rafael Campalans.

Aixalà también ha cargado contra “determinados medios de comunicación, muy especialmente TVE, que sigue actuando como televisión nacional de Cataluña, y no sólo como televisión pública del país”.

Ha advertido también de las consecuencias de que la sociedad catalana se divida en tres grupos: un 40 por ciento de independentistas, un 25 de contrarios, y un tercio de desmovilizados y abstencionistas que se sienten al margen de este debate y no participan.