Una de cada cinco personas mayores de 65 años padece pérdida auditiva

Una de cada cinco personas mayores de 65 años padece pérdida auditiva relacionada con la edad, la presbiacusia, que afecta a más de 2,5 millones de personas en España y que se considera la tercera afección crónica más prevalente después de la hipertensión y la artrosis.

Para concienciar a la población de la importancia de prevenir la presbiacusia y tomar medidas para paliar sus consecuencias, el Centro de Estudios e Investigación de GAES ha presentado hoy el primer “Libro blanco sobre la Presbiacusia” en España, según informa el centro auditivo en un comunicado.

La presbiacusia es el tipo de pérdida auditiva más frecuente y, según explica el presidente del Comité Científico de GAES, Felipe Álvarez de Cózar, en los últimos años se ha detectado que cada vez aparece en personas más jóvenes y con un ritmo de vida más activo.

Esta enfermedad “puede llegar a dificultar la comunicación en personas sanas y laboralmente activas, con las consecuencias sociales y económicas que puede conllevar generando mayor dependencia y aislamiento entre este colectivo” explica.

En esto coincide el presidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, Luis María Gil-Carcedo, quien afirma que la aparición de la presbiacusia conlleva serias consecuencias en la calidad de vida de las personas.

“Puede provocar alteraciones en la memoria, problemas de orientación y lenguaje, así como una disminución de la comprensión verbal si no se trata a tiempo”, advierte.

Los expertos advierten de que el aumento de la esperanza de vida hace que la presbiacusia cada vez pueda tener un mayor impacto económico en la sociedad, ya que la persona afectada puede verse obligada a anticipar su jubilación por la pérdida de capacidades para desarrollar su empleo habitual.

En España se estima que el coste por estas jubilaciones anticipadas para 2013 será de 294 millones de euros y en 2021 podría alcanzar los 334 millones de euros.

En España se calcula que la presbiacusia afecta al 25 por ciento de las personas entre 65 y 75 años, etapa en la que se suelen detectar los primeros síntomas. A partir de los 75 años la incidencia puede llegar hasta el 66 por ciento y a partir de los 80 años hasta el 80 por ciento de la población.

Los expertos explican que los principales factores de esta patología son genéticos, aunque también existen elementos de riesgo que predisponen a padecerla, como haber trabajado en ambientes ruidosos, lo que aumenta un 70 por ciento la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.

Este tipo de pérdida auditiva es más frecuente en hombres y en personas fumadoras o con bajos niveles de educación, y afecta en mayor medida a quiénes padecen enfermedades cardiovasculares, como hipertensión o en enfermos de diabetes mellitus tipo II.

Gaes alerta de que las personas que tienen presbiacusia pueden no darse cuenta de que está disminuyendo su audición hasta que el proceso esté muy avanzado. Algunas señales pueden ser elevar el volumen de la televisión o de la radio, tener dificultades para hablar por teléfono y pedir a menudo repetir las palabras.

Para las personas que padecen presbiacusia algunos sonidos se perciben como demasiado ruidosos y molestos, el habla de los demás suena mal articulada, presentan problemas para poder entender conversaciones cuando hay ruido de fondo y pueden sufrir zumbidos en los oídos.

Ante la aparición de estos síntomas es necesario acudir a un especialista para que inicie el tratamiento. El más utilizado es la adaptación de audífonos.