La reputación “online” de Sánchez se iba a disfrazar con concepto “formación”

El trabajo de reputación “online” que el conseguidor de la trama Púnica, Alejandro de Pedro, iba a hacer al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, se pretendía facturar a las arcas públicas disfrazado de un concepto distinto, “formación”, según confirmó a la Guardia Civil un empleado de De Pedro.

Este comercial confesó ante los agentes que, tal y como aparece reflejado en un informe preventa de octubre de 2014 de la empresa Madiva (propiedad de De Pedro) incautado en la operación Púnica, Sánchez había dado su visto bueno al trabajo de mejora de su imagen personal, que se iba a financiar con dinero de la Consejería de Educación de la Región de Murcia liderada entonces por el presidente murciano.

Eso sí, esa factura se iba a realizar “con un concepto distinto y relacionado con la formación”, detalló Francisco Javier Bueno a los agentes en su declaración de abril de 2016, que aparece en el sumario del caso.

El trabajador de Madiva, que compareció como imputado de un delito de malversación, afirmó además que estuvo presente en una reunión el 24 de octubre de 2014 con De Pedro y el entonces jefe de gabinete de Sánchez, David Conesa, en la que se acordaron los términos del contrato.

En la reunión, explicó el imputado, Conesa les trasladó que Sánchez “había dado el ok” al trabajo, que iba a costar a las arcas públicas 4.600 euros al mes por un periodo de 7 meses (32.200 euros en total).

Según el comercial de De Pedro, Conesa les dijo que Sánchez había dado su visto bueno al trabajo y “todo lo que conllevaba”, incluyendo la contratación de un periodista, y en ella se mencionó que el político del PP “había estado imputado por algún caso y quería mejorar su reputación”.

En un documento de Madiva aparece este plan de acción para mejorar la imagen del actual presidente murciano, que incluía una estrategia SEO y un “linkbuilding” para Sánchez, dinamización de contenido en “blogs”, servicios de posicionamiento y el pago a un periodista para todo ello.

Ese encuentro entre De Pedro y el jefe del gabinete de Sánchez se produjo seis días antes de que estallase la operación Púnica y el trabajo nunca se llegó a hacer, motivo por el que la Fiscalía considera que no se debe imputar a Sánchez, aunque la última palabra la tiene el juez instructor, Eloy Velasco, pendiente de pronunciarse al respecto.

Días antes de esa reunión del 24 de octubre, el investigado explicó a los agentes que estuvo tomando café en el Hotel Las Letras de Madrid con De Pedro cuando éste le pidió que se fuera porque tenía una reunión con Sánchez y con la senadora del PP Pilar Barreiro, a la que la Fiscalía sí que ha pedido investigar al tener indicios de que contrató esos servicios cuando era alcaldesa de Cartagena.

Al salir del hotel, Bueno vio efectivamente entrar a Sánchez y a Barreiro. Aunque De Pedro no le contó el motivo del encuentro, él entendió que era para negociar aspectos relacionados con su imagen en internet.

Los trabajos de reputación “online” que se hicieron a Barreiro se facturaron al Ayuntamiento de Cartagena en concepto de publicidad, según Bueno confesó a la Guardia Civil en una declaración anterior que había prestado como testigo y que ratificó en su citación como investigado.

En las mismas fechas declaró ante la Guardia Civil David Conesa en calidad de imputado y reconoció que mantuvo reuniones con De Pedro en las que este, que era muy “insistente”, le intentaba vender algún servicio de reputación en internet, pero que “siempre, de manera amable, se rechazaba”.

“En algunos casos les contestaba que se estudiaría la propuesta, pero como una respuesta negativa amable”, apuntó para añadir que nunca contrató ningún servicio de mejora de imagen en la red de las empresas de De Pedro ni de ninguna otra, ya que esa era precisamente su función como jefe de gabinete.