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Europa vuelve a posponer la decisión final sobre la autorización del herbicida glifosato

El herbicida RoundUp es uno de los más vendidos del mundo / Mike Mozart

Raúl Rejón

La Comisión Europea ha vuelto a dilatar la decisión final sobre el herbicida glifosato. Sin el apoyo garantizado de una mayoría amplia de estados, la propuesta de renovación de licencia por siete años para el fitosanitario ni siquiera se ha sometido a votación, según confirman fuentes del Ejecutivo comunitario. Nueva dilación mientras se aproxima la fecha límite: 15 de diciembre.

El comité encargado de revisar el permiso ha terminado pronto su sesión de este miércoles. Antes de mediodía, la Comisión Europea dio por acabada la reunión: “Tomamos nota de las posiciones de las diferentes delegaciones de los estados”, ha dicho un portavoz tras levantar la sesión.

Ahora, la Comisión debe anunciar una nueva fecha para la toma de decisión mientras se agota el tiempo antes de que el glifosato pierda su autorización actual (ya prorrogada) y no sea legal venderlo en la Unión Eurpea. De momento, no se ha recurrido a una nueva prórroga. “Seguiremos trabajando para encontrar una solución que concite el mayor respaldo posible y permita un alto nivel de protección de la salud y el medio ambiente basada en los datos científicos disponibles” ha rematado la CE tras comprobar que ese respaldo no era posible.

La cuestión es que, fuente de la negociación repiten que tres países de la entidad de Alemania, Francia e Italia continúan alejados de la postura de la Comisión. Por su parte, el Gobierno español está alineado en el bloque favorable a la prolongación en el uso del glifosato.

En España, este herbicida es de los más usados en la agricultura: más de 2.700 toneladas aplicadas en más de 2,6 millones de hectáreas, según la encuesta de utilización de fitosanitarios del Ministerio de Agricultura. Es el primer compuesto químico aplicado en las plantaciones de trigo y girasol y el segundo en la cebada y los olivos. Al ser un producto libre de patente su comercialización es más barata, explican las asociaciones de agricultores.

La polémica que arrastra el glifosato está quedando reflejada en el accidentado proceso de renovación de licencia en Europa. La posición enfrentada de países ha hecho que no se consiguiera una resolución definitiva ya desde 2016. Ante la imposibilidad, el Ejecutivo europeo amplió el permiso provisionalmente durante 18 meses para tratar de negociar una postura común. De momento no tiene éxito.

El eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, contrario a la renovación, explica que este nuevo retraso significa que los partidarios del glifosato no acaban de convencer a un grupo amplio de países. “Siguen pegados a una propuesta de renovación cuando lo que pide el Parlamento Europeo es el abandono de este herbicida en favor de alternativas”.

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