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Omella defiende que los cardenales vivan con sencillez, a pesar de la pompa externa
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha defendido hoy, en su primera misa en la ciudad tras su nombramiento cardenalicio, que los cardenales, “a pesar de su pompa externa”, deben vivir con sencillez porque su misión es velar por los demás: “No estoy aquí para ser servido, sino para servir”.
El pasado 28 de junio, el papa Francisco ordenó cardenal a Omella, a quien impuso la birreta cardenalicia y entregó el anillo, en una ceremonia celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano.
El recién nombrado cardenal ha convertido esta tarde su primera misa en Barcelona -la primera tras su nombramiento la ofició en Roma- en toda una declaración de intenciones, y se ha comprometido a no cambiar pese a su ascenso en la jerarquía eclesiástica.
Más de 2.500 personas han asistido a la misa en la Basílica de la Sagrada Familia, que ha sido concelebrada con otros 120 sacerdotes, entre los cuales se encontraba el antecesor de Omella al frente del Obispado de Barcelona, el también cardenal Lluís Martínez Sistach.
“Estos días muchos me preguntaban qué es un cardenal”, ha relatado Omella, que ha dedicado parte de la celebración a explicar que su nueva posición es el equivalente a un “consejero” del Papa.
Omella es el octavo cardenal de Barcelona, ha entrado a formar parte del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica y podría ser candidato a Papa si hubiera un cónclave antes de que cumpla los 80 años; es decir, si Jorge Bergoglio muriera o renunciara en los próximos nueve años, ya que el cardenal barcelonés ahora tiene 71 años.
La birreta cardenalicia de color rojo significa la memoria de la sangre de los mártires que dieron la vida para defender su fe, y el anillo, el compromiso universal que le liga con la Iglesia católica.
El cardenal ha destacado la asociación que se ha hecho frecuentemente de “fe con martirio”, parafraseando a San Lucas, que no debe asimilarse con morir, sino con vivir de una forma sencilla y sincera, con el amor como constante en vez de la violencia.
