Carta abierta de la Corrala Utopía a Ibercaja

Eldiario.es/andalucia

“No somos delincuentes. Tan sólo somos familias que tras años trabajando y luchando por sacar nuestras familias adelante no pudimos seguir pagando por nuestros hogares o simplemente nunca pudimos tener uno propio”. Es lo que exponen las mujeres que lideran la ocupación de la Corrala Utopía, un inmueble de 36 pisos ubicado en Sevilla y propiedad de Ibercaja. Se dirigen así en una carta al presidente del banco, Amado Franco, al que solicitan que las reciba, para lo que un grupo de ellas se ha desplazado a Zaragoza mientras otras permanece en la capital hispalense en huelga de hambre como medida de presión.

En su carta, que puede leerse íntegra en la web del colectivo, le describen la crudeza de la situación que las ha llevado a ocupar este edificio. “También somos aquellas que nos hicimos adultas y entramos en el mercado laboral con trabajos precarios, mientras soñábamos con un empleo en el que poder realizarnos y que nos permitiese emanciparnos”. Para agregar: “Somos, en definitiva, aquellas a las que les han robado presente y futuro”.

Lo que piden a Ibercaja es que retome las negociaciones para poder seguir en las viviendas “pagando un alquiler social ajustado” a su situación económica. “Y poder generar nuestro propio empleo en la Corrala Utopía, gestionando los locales del edificio. Porque ¿qué sentido tiene tener un edificio vacío cuando puede dar techo y trabajo a 36 familias?”, continúan en la carta.

Quieren para ello que se siente personalmente con ellas y le recuerdan unas declaraciones que hizo en abril de 2013, palabras a las que se agarran para reclamarle que sea consecuente con lo dicho. “Es una utopía pensar que esas viviendas se van a vender en un plazo de 4 ó 5 años. Es preferible que esas viviendas estén ocupadas, pagando una renta de 100 euros, a que estén deshabitadas”, había dicho el presidente de Ibercaja en una entrevista. “Entendemos que, si hizo aquellas declaraciones, es porque tiene la capacidad y la voluntad de cumplirlas, y llegar a un acuerdo que evite que la Corrala Utopía sea desalojada, dejándonos en la calle”, interpretan las mujeres que abanderan la lucha de la corrala.