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Fuego, basura y superpoblación en Doñana: los grandes riesgos ambientales de la peregrinación a El Rocío

Los pasos del Bajo de Guía y del Quema marcan la segunda jornada del Rocío

Alejandro Ávila

La madrugada del domingo, los almonteños, fieles guardianes de la tradición, saltarán la reja de la ermita de El Rocío para portar en procesión la imagen de su virgen. Hasta entonces, decenas de miles de personas habrán hecho su peregrinación por las arenas de Doñana que desemboca en la aldea onubense. De esos miles de peregrinos dependerá que se cumpla otra tradición que, aunque no tan centenaria, ha arraigado con el tiempo y que se resume en una máxima rociera: “Es tu camino. Mantenlo limpio”.

Hasta un millón de personas se llegan a concentrar en la aldea de El Rocío (Huelva). En 2018, solo por el camino que atraviesa el río Guadalquivir y el corazón del parque nacional, peregrinaron a la aldea no solo miles de personas, sino 1.200 caballos, 88 carretas, 190 vehículos pesados y casi medio centenar de vehículos ligeros. Los números se elevan cada año, pero la capacidad de carga del ecosistema por el que transitan todas personas, animales y vehículos es siempre la misma.

¿Es la peregrinación de El Rocío un enemigo mortal del parque natural de Doñana? Según Juan José Carmona, portavoz de la organización ecologista WWF en el espacio protegido y rociero de Hinojos (Huelva), “el problema es cómo el ser humano del siglo XXI afronta su relación con el medio, tanto en cantidad como en actitud. En cómo se enfrenta la sociedad actual a El Rocío actual, en la que sobrepasamos los límites y la capacidad de carga de cualquier lugar. No hay que entender El Rocío como un enemigo de Doñana. Si era un enemigo de Doñana, ha tenido 400 años para eliminarlo”. Carmona pone de ejemplo la generación de su abuelo, que peregrinaba “con una bota, un chorizo y un trozo de pan”.

Acumulación de residuos

Así, año tras año, los grandes enemigos del espacio protegido son los residuos, la depuración de las aguas, la superpoblación y el riesgo de incendio. Ecologistas en Acción denuncia que “tras el paso de más de 40.000 personas, los caminos y algunas zonas de acampada quedan en un lamentable estado de suciedad, con basuras de todo tipo, y ello a pesar de la colocación de contenedores”.

Y enumeran los residuos más frecuentes: desde plásticos hasta papeles, pasando por cristales, que pueden provocar un incendio, a plásticos y toallitas que “no se degradan y se acumulan en zonas sensibles o son llevados por el aire a la playa y al mar o son ingeridos por la avifauna con su consiguiente malnutrición y muerte”.

Hace tres años, las fuertes lluvias de la primavera, que anegaron el parque, obligaron a las hermandades procedentes de Bajo Guía a cruzar la Estación Biológica, con un resultado desastroso. En el camino conocido como el de El Lince, el paso de la comitiva acabó con el 65% de una colonia de abejarucos.

“Los técnicos de la Estación Biológica de Doñana estiman, en un primer cálculo provisional, que se han perdido el 65 por ciento de los nidos de la actual temporada de cría y han pedido precaución a estas hermandades rocieras, que en las próximas horas deben de volver por este mismo camino, evitando siempre el uso de los arcenes y laterales, ya que es ahí donde están criando estas aves”, recomendaban los científicos.

Según la organización verde SEO/Birdlife, que trabaja en el espacio protegido, para evitar estos daños “debería hacerse un estudio real del impacto que produce una romería que ha pasado de usar caballos y bestias de tiro a vehículos a motor. No hay un estudio del impacto que se produce ni de la capacidad de carga. El impacto que sufre el espacio de Doñana es altísimo”.

Para proteger tanto a las personas, como al entorno, las administraciones establecen cada año el llamado Plan Romero. Así, la Dirección General de Tráfico pone a disposición del dispositivo 275 cámaras en circuito cerrado de televisión, 245 estaciones de toma de datos, 290 paneles de mensaje variable o 15 estaciones meteorológicas. por su parte, el Gobierno de España aporta 664 vehículos, 283 motocicletas de carretera y 164 todoterrenos, 230 caballos, 29 camiones, 7 autobuses, 4 embarcaciones y un camión especial de comunicaciones.

En temas medioambientales, la Consejería de Desarrollo Sostenible apunta que se activan los servicios del Infoca en las zonas de tránsito de las hermandades y las zonas de acampada. Además, “se establecen servicios especiales para la rápida extinción de conatos e incendios. Los servicios de prevención y extinción vigilan las zonas de acampadas, itinerarios, así como los puntos de mayor riesgo de la Aldea de El Rocío”. Los itinerarios y las zonas de acampada están señalizadas y hay “sistemas especiales de recogida de residuos sólidos”.

Maltrato animal

Según WWF, permitir que se siga “metiendo más gente por los caminos, puede provocar una tragedia. Se está jugando con la probabilidad. Hay que eliminar vehículos, para eliminar personal. Hay que priorizar a los vecinos de cada municipio”.

Todos los años, un tema especialmente sensible es el del maltrato animal. Por esa razón, la Guardia Civil no solo va a estar pendiente del maltrato animal, sino que va a monitorizar las redes sociales “para que este tipo de comportamientos no se produzcan sino para que tampoco se alardeé de ellos”, según el delegado del Gobierno, Lucrecio Fernández.

Según un estudio de Pacma, en los últimos once años, han muerto 200 caballos. “Cuando tienes 30.000 animales, hay personas que si les ocurre algo los lloran como un hijo y otros que lo alquilan y les da igual. Existen casos de maltrato, pero El Rocío no es un lugar donde se maltrata a los animales de forma generalizada o habitual. A los maltratadores debe caerles el peso de la ley, pero no se puede culpabilizar a todo el rociero de lo que hacen unos cuantos energúmenos”, apunta el ecologista Juan José Carmona.

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