EDP y Corporación Masaveu concluyen la conversión de la central de Aboño de Gijón a gas natural

EFE

Oviedo —

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EDP y Corporación Masaveu han concluido la conversión de la central de Aboño a gas natural, tras 18 meses de obras, unas instalaciones que pasan a tener una potencia de 500 MW, más de lo estimado inicialmente.

Después de 16 semanas de intervención precedidas por más de un año de preparación y cerca de 400.000 horas de trabajo, el grupo 2 de la central de Aboño ya está de nuevo en funcionamiento y generando energía, ha informado EDP.

Trabajos de campo

El proyecto ha tenido una duración total de 18 meses, con los trabajos de campo concentrados desde el inicio de la parada del grupo, el 1 de marzo de este año, hasta la conexión a la red, el 25 de junio.

Estos trabajos han conllevado la conversión de la caldera para la combustión de gas natural y gases siderúrgicos y la revisión general de la turbina, que ha consistido en la inspección y puesta a punto de todos los equipos, sistemas e infraestructuras que, al igual que el propio grupo térmico, tendrán ahora una nueva vida.

Generación de energía

En lo que respecta a la revisión general, se ha desarrollado la revisión del turbogrupo y de las turbinas auxiliares, tras 73.000 horas de funcionamiento desde la última revisión en 2016, las intervenciones en la unidad de desnitrificación, para garantizar la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno en las mejores condiciones, y la revisión del gasómetro y de las tuberías que transportan los gases siderúrgicos.

Los gases siderúrgicos seguirán valorizándose en la generación de energía, en un “ejemplo del compromiso de EDP y Corporación Masaveu con la economía circular, que ya evita la emisión anual de un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera”.

Elimina el uso de carbón

Por otra parte, se han llevado a cabo los trabajos específicos de conversión, con una renovación del sistema de combustibles.

De este modo, la instalación elimina el uso de carbón para generar energía, sustituyéndolo por gas natural, y queda preparada para la futura potencial incorporación de hidrógeno renovable.

En total, se han sustituido los 30 quemadores de carbón por nuevos quemadores de gas natural e hidrógeno y también se han adaptado los quemadores de gases siderúrgicos a la nueva configuración de la caldera.

Las emisiones

Según ha destacado EDP, solo en la caldera se realizaron más de 3.000 soldaduras, de un total de 15.000 en todo el proyecto de conversión.

En lo que respecta a las emisiones, la conversión tiene un “impacto significativo en la mejora” de la calidad del aire al reducir “prácticamente el cien por cien de las emisiones de partículas, el 90 por ciento las de óxidos de azufre y el 80 por ciento las de óxidos de nitrógeno”.

En cuanto a las emisiones de CO2, con el proyecto de conversión, la reducción media será del 30 por ciento.

Un reto importante

El proyecto generó más de 600 empleos de más de 80 empresas, unas cifras que “suponen un reto importante para la organización, debido a las complejidades técnicas, preventivas y medioambientales asociadas a la realización simultánea de un gran número de tareas y a la presencia de muchas personas”.

En total, se realizaron más de 800 inspecciones de seguridad, un factor que contribuyó de “forma decisiva al éxito del proyecto”.