Una jueza de Asturias condena a cuatro años de cárcel a un joven que apuñaló a otro en el hospital por la misma novia

Dos hombres acudieron el pasado 19 de enero al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para interesarse por el parte médico de una mujer que acababa de sufrir un grave accidente de tráfico en Oviedo. Sin importarles la presencia de testigos, ambos se agredieron delante de los familiares de otros pacientes, en la misma sala de espera de la UVI, al enterarse de que los dos se informaban sobre la evolución de la que consideraban que era su novia.

Los dos fueron juzgados el pasado mes de abril por un delito de lesiones infligidas entre sí. La magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo, que presidió el juicio rápido, les ha notificado este lunes la sentencia. El acusado Carlos M.Q., que oficialmente es su pareja, cumplirá una pena de cuatro años de cárcel por apuñalar en el abdomen al otro joven, Luis Ángel O.N., quien desconocía que la mujer tenía otra relación paralela como mantuvo durante la vista oral del juicio.

Luis Ángel, a su vez, pagará 1.620 euros de multa por su autoría en las lesiones infligidas a su agresor. Sobre los dos acusados ha recaído una orden de alejamiento por la que no podrán acercarse uno al otro a menos de 500 metros de distancia.

Los dos hombres comparecieron ante la magistrada de lo Penal número 2 de Oviedo en su doble condición: como acusados y víctimas. Carlos y Luis Ángel ni se conocían, ni habían oído hablar el uno del otro.

Carlos incidió en que él era oficialmente su novio y para confirmar este extremo recordó que él era la persona que el 19 de enero estaba en la sala de espera de la UVI 3 del HUCA acompañado de Ubaldina Q.M., madre de Marta, la joven que acababa de ser ingresada en el hospital con graves heridas. La mujer había sufrido un accidente de tráfico esa mañana cuando el vehículo que conducía se salió de la vía y volcó cuando circulaba por la Ronda Sur de Oviedo.

Por eso, Carlos también se mostró sorprendido de que ese día, sobre las dos de la tarde, Luis Ángel se presentara en la sala de espera preguntando por la misma mujer.

Los puñetazos de Luis Ángel y la persecución de Carlos con la navaja

La sentencia deja claro que los hechos se precipitaron cuando Luis Ángel propinó varios puñetazos en el rostro a Carlos “con ánimo de menoscabar su integridad física” cuando, al llegar a la sala de espera, le vio sentado junto a Ubaldina y al identificarle como el novio de Marta.

En ese momento, familiares de otros pacientes que estaban presenciando la escena se acercaron a ellos para separarlos. Y una vez separados, Luis Ángel decidió abandonar la sala de espera.

Sin embargo, lejos de calmarse, Carlos sacó del bolsillo de su pantalón una navaja de 8 centímetros de hoja y “con la intención de atacar a Luis Ángel”, según refleja el fallo, salió corriendo al pasillo blandiendo el arma, por lo que éste se refugió en un cuarto auxiliar que se encontraba en obras y cogió un palé para defenderse mientras el novio “oficial” le perseguía con la navaja en la mano.

Luis Ángel salió de nuevo al pasillo, donde Carlos logró acorralarle y le apuñaló en el abdomen aprovechando que había soltado el palé. En ese instante llegó el vigilante de seguridad del hospital, que acababa de ser alertado de lo ocurrido y requirió a Carlos para que le entregara la navaja. Según la sentencia, éste se negó y tuvo que ser reducido y esposado para conseguir intervenirle el arma.

Los dos acusados resultaron heridos en la mutua agresión

La versión de la magistrada coincide plenamente con la argumentación del abogado Jesús Ramón Alonso, que representó a Luis Ángel como defensa frente a las imputaciones de Carlos y a su vez ejerció la acusación particular contra éste por las lesiones sufridas por su patrocinado.

Por su parte, el letrado Gonzalo Botas, que llevaba la representación legal de Carlos, negó que su cliente tuviera intención de causar un mal mayor a Luis Ángel.

A consecuencia de los puñetazos infligidos por Luis Ángel, Carlos sufrió una contusión con una pequeña herida en el párpado de unos dos o tres milímetros de longitud, y otra herida de unos dos centímetros de longitud en un dedo cuyo origen no se ha determinado pero que, según la magistrada, probablemente pudo ser provocado por el uso de la navaja.

Por su parte, Luis Ángel sufrió una herida incisa en el abdomen de un centímetro de profundidad que requirió varios puntos de sutura.

Los dos acusados tendrán que indemnizarse

La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a Carlos por su autoría en un delito de lesiones con instrumento peligroso, con la agravante de reincidencia, a la pena de cuatro años de prisión y le impone además la prohibición de aproximarse a Luis Ángel a menos de 500 metros, así como comunicarse con él durante cinco años.

Asimismo, Luis Ángel ha sido condenado por un delito de lesiones a una pena de 1.620 euros por un delito de lesiones y se le condena igualmente a la prohibición de acercarse a Carlos a menos de 500 metros y de comunicarse con él durante dos años.

Además, ambos tendrán que indemnizarse mutuamente por las lesiones ocasionadas. Así, Carlos deberá indemnizar a Luis Ángel en la cantidad de 300 euros mas la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por las secuelas que pudieran derivarse, previo examen por el medico forense, mientras que Luis Ángel deberá abonar otros 300 euros a Carlos en concepto de indemnización por las lesiones causadas.

La sentencia no es firme y contra la misma cabe interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Asturias dentro de los cinco días siguientes al de su notificación.