La Consejería de Ciencia, Industria y Empleo ha activado la investigación para esclarecer el accidente ocurrido el pasado viernes en la mina de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, donde murieron dos trabajadores tras el hundimiento súbito del techo de una galería. Inspectores del Servicio de Minas del Principado visitaron este lunes la zona del siniestro para evaluar el estado de la infraestructura y recopilar los primeros datos que permitan determinar el origen del colapso.
El consejero, Borja Sánchez, informó este martes a la Comisión Regional de Seguridad Minera —convocada con carácter extraordinario— de los avances iniciales. Sánchez insistió en la necesidad de actuar “con la máxima prudencia” y subrayó que tanto el Servicio de Minas como la Guardia Civil están recabando información para elaborar sus respectivos informes. El Principado evita fijar plazos para la conclusión del trabajo técnico y recalca que la prioridad es “la precisión en la determinación de las causas”, y no la rapidez.
Pimeras hipótesis
Los dos trabajadores fallecieron en el taller de arranque en el que estaban desempeñando sus labores, cuando se produjo un hundimiento súbito del techo. Esa circunstancia ha llevado a que las primeras hipótesis apunten a un posible origen geológico del desplome, aunque las autoridades recuerdan que es necesario contrastar cualquier indicio con los informes que se elaboran estos días.
La mina de Vega de Rengos, explotada por TYC Narcea, se encontraba desde hace meses bajo seguimiento por parte de la administración. Tras el grave accidente registrado en marzo en Cerredo (Degaña) —en el que murieron cinco mineros— el Principado ordenó una revisión exhaustiva de la documentación y de las condiciones de seguridad de todas las explotaciones vinculadas a la empresa, incluida la de Cangas del Narcea.
Comprobaciones adicionales
El proyecto de investigación minera de Vega de Rengos llegó a suspenderse temporalmente para realizar comprobaciones adicionales y solo se reactivó en junio, una vez considerado que la actividad podía retomarse con garantías.
El siniestro vuelve a situar el foco sobre la seguridad en las minas del suroccidente asturiano, una comarca con una larga tradición minera pero marcada en los últimos meses por una sucesión de accidentes de especial gravedad. La actividad en la mina permanece paralizada mientras avanza la investigación.