Los migrantes a los que Albiol ha echado: “Hoy dormiré en la calle de Badalona, porque no voy a desaparecer”

“No me he podido ni lavar la cara, que ya me habían echado”. Houssain ha dormido con su pasaporte en el bolsillo esta noche. Es lo único que le ha quedado tras el desalojo del instituto B9 de Badalona (Barcelona). El alcalde, Xavier García Albiol, ha cantado victoria, aunque la realidad seguía allí: un centenar de migrantes se ha mantenido durante toda la tarde en la plaza frente al centro tras el desalojo, sin tener adonde ir. Houssain dice que se irá a la playa a pasar la noche. “Yo dormiré en Badalona, pero en la calle, porque no voy a desaparecer”, tercia Simba, otro de los antiguos ocupantes del B9.

“Nos echan por negros y por pobres”, sentencia Mattah. Su historia es la de muchos en el B9: llegó de Senegal hace diez años, fue encadenando trabajos precarios que al principio le daban para pagar una habitación en un piso compartido, pero hace un par de años se quedó sin empleo. Y, sin dinero, la única solución, gracias al boca oreja, fue ocupar en el B9. “No estoy bien, es una mierda, y no quiero terminar en el hospital como otros paisanos”. Además de la miseria económica, los problemas de salud mental entre antiguos ocupantes del B9 no han sido una excepción.

Entre los desalojados hay muy pocas mujeres. Una de ellas es Rosemary, con más de dos años en el B9. Tras constatar que nadie de los servicios sociales la ha atendido tras ser desalojada, elDiario.es acompaña a esta mujer y a su abogada al Ayuntamiento de Badalona, a diez minutos en coche y donde se ubica la sede central de los servicios sociales. “Ya me entrevisté hace seis meses con ellos, les di todos mis papeles y todo, pero no me volvieron a llamar”, denuncia Rosemary.

Este miércoles ha tenido que venir en persona al Ayuntamiento para poder hablar con un trabajador social. La presencia de una desalojada del B9 y de dos militantes del Sindicat d'Habitatge de Badalona no es, de entrada, bien recibida en la casa consistorial. Tras una reunión de unos 20 minutos con un trabajador social, Rosemary sale temblando. “Me han dicho que a lo mejor me dicen algo de un piso para mujeres, pero que hoy nada”.

A los pocos minutos, Rosemary recibe una llamada de servicios sociales: este jueves se le ha programado una entrevista en Barcelona para ver si puede entrar en una casa de emergencia en la capital catalana (no en Badalona). “Esta noche no sé qué voy a hacer”, agrega. Todas sus cosas estaban en el B9 y no las ha podido recuperar.

Los servicios sociales municipales aseguran que han empezado a atender a unas 50 personas este mismo miércoles. Pero no se ha visto en toda la mañana a ningún trabajador municipal en la plaza de al lado del B9, donde permanecía un centenar de personas, ahora sin hogar. Abogadas y voluntarios del Sindicat d'Habitatge de Badalona o la Fundación Cepaym les recogían los datos para conformar un censo de desalojados y hacer seguimiento de su situación ante la desatención municipal.

El Ayuntamiento de Badalona ya había advertido a la magistrada que autorizó su petición que no pensaba ofrecer un techo a los desalojados. Y este miércoles lo ha reafirmado Albiol. “No los queremos en Badalona”, ha dicho en una rueda de prensa en la que no ha dejado de asociar a los ocupantes del B9 con la delincuencia y la inseguridad, sin pronunciar ni una sola vez la palabra pobreza.

El consistorio se ha negado en los últimos meses a mantener una reunión con la Taula Sense Llar de Badalona (plataforma de la que participan entidades de atención a los más vulnerables como Cáritas) para abordar una solución social al B9. La falta de diálogo del Ayuntamiento de Albiol se suma al cierre el año pasado del albergue municipal para personas sin hogar donde diariamente dormían 45 personas.

“Es desolador”, lamentaban fuentes de la Taula este miércoles, que advierten de que desalojos como el del B9 se repetirán en varios asentamientos informales de todo el área metropolitana de Barcelona si no hay una “acción decidida” de todas las administraciones para luchar contra la pobreza y la infravivienda. Pese a una lista de espera saturada y sin plazas en sus pisos, Cáritas pagará una pensión a media docena de desalojados del B9.

“La Fiscalía ya avisó de que se generaba una situación muy problemática si se permitía un desalojo sin realojamiento, como pretendía el Ayuntamiento, y ha sido así”, expone la abogada de varios de los migrantes, Mireia Salazar, que tilda de “situación intolerable” lo vivido este miércoles en Badalona.

La letrada informará al juzgado de lo que considera un “incumplimiento flagrante” por parte del consistorio de su obligación de proveer de “atención social” a los desalojados, tal y como le había ordenado la magistrada. Pero no solo mira hacia Albiol: “La Generalitat no ha activado ningún dispositivo de los que podría activar ni ha instado al Ayuntamiento a cumplir con el marco legal y garantizar un realojo”.

Cualquier eventual respuesta judicial ya llega tarde para los migrantes desalojados. De los 400 que llegó a tener el B9, ya solo quedaban algo más de un centenar. La mayoría se ha ido marchando en los días previos. Muchos no querían que llegara la Policía, que este miércoles ha detenido a 15 personas por no tener los papeles en regla y les ha abierto un procedimiento de expulsión de España.

“Hoy no sé dónde iré, tengo a unos primos en Bélgica, pero para llegar hasta allí...”, dice Mattah. Albiol ya ha anunciado que no dejará que se ocupen nuevas naves, pero es la única alternativa que tienen muchos de los desalojados (que, a su vez, ya venían de otros asentamientos informales o incluso habían salvado la vida por los pelos en incendios de naves vecinas).

“Tenía un curso de catalán hoy en Sagrada Familia, pero tengo ganas de mandarlo todo a la mierda”, se confiesa Housain, que pese a su juventud es otro de los veteranos: más de año y medio en el B9. Simba, en cambio, llegó apenas hace un mes desde Águilas (Murcia). “Mis amigos me dijeron que Barcelona era menos racista, y ya ves”. Su única condición para hablar con la prensa: “Pon en el artículo que soy cantante y el link de mi canción”.