Los trucos de la psicóloga Luz María Peña para combatir el estrés: “Se va acumulando incluso sin darnos cuenta”
El estrés puede aparecer antes de una reunión importante, durante una discusión, un atasco o, simplemente, en cualquier momento complicado, y la mayoría de personas lidian con él en algún aspecto de su vida diaria, por algo se le conoce como la epidemia del siglo XXI.
Lo ideal sería relativizar cada situación de manera racional e ir a terapia cuando fuera necesario, pero en el momento, cuando el estrés te abruma, es posible aplicar pequeños trucos para salvar la situación e intentar sentirse un poco mejor. La psicóloga sanitaria Luz María Peña, de Center Psicología, comparte seis trucos para mantenerlo a raya.
1. Hacer pausas breves, pero frecuentes
“Cuando pasamos mucho tiempo en modo automático, el estrés se va acumulando incluso sin darnos cuenta”, advierte Peña, que recomienda tomarse unos minutos cada hora. “Ya sea para levantarnos, estirar, beber agua o cambiar de postura, ayuda a que el sistema nervioso vuelva a niveles más adecuados”, explica la psicóloga. “No hace falta desconectar del todo para que sea útil, sino que haya cierta regularidad para evitar un agotamiento total al final de las actividades”.
2. Regular la respiración para parar la activación
Ante momentos de estrés, la respiración es fundamental. “Aunque parezca sencillo, una respiración lenta, profunda y controlada es una de las formas más rápidas de reducir las respuestas de estrés”, asegura Peña. “Una práctica sencilla es, por ejemplo, la respiración 4-6 que implica inhalar durante 4 segundos y exhalar 6. Alargar la exhalación es importante porque activa sistemas que generan calma”, detalla.
3. Poner límites a los estímulos
“Muchas veces no son situaciones concretas las que nos generan estrés, sino la acumulación y saturación”, señala la experta. “Reducir estímulos como desactivar notificaciones, marcar franjas en las que no respondamos mensajes, organizar el espacio para disminuir el ruido visual, entre otros, son pequeños ajustes que ayudan a evitar sobrecarga, bajando el nivel general de activación”, recomienda.
4. Hacer actividades que regulen el cuerpo
“El estrés usualmente se manifiesta de manera fisiológica, con lo cual cualquier movimiento rítmico como caminar 10 minutos, estirar, subir y bajar escaleras, incluso bailar un par de canciones, puede ayudar a procesar la tensión acumulada”, destaca la psicóloga.
5. Crear espacios agradables
Peña afirma que incluir pequeñas acciones agradables ayuda a que el día no esté lleno de demandas frecuentes y constantes. “Estas acciones pueden ser tomar un café en calma, abrir la ventana y respirar aire fresco, dedicar unos minutos a algo que nos guste y nos conecte con nuestros intereses, romantizar situaciones cotidianas para que tengan una connotación un poco más placentera”, sugiere.
6. Tratarse con un tono más agradable
“El diálogo interno puede influir en cómo nos sentimos”, subraya la psicóloga. “Ser conscientes de cómo nos hablamos y sustituir frases exigentes, como ‘tengo que hacerlo ya’, ‘tiene que quedar perfecto’ o ‘no puedo fallar’, por otras más realistas y amables, que no necesariamente positivas, reduce tensión y mejora la capacidad de afrontamiento”, defiende la experta.
Para Peña es importante tener en cuenta que, aunque estos consejos pueden ser útiles para el día a día, “no sustituyen la atención profesional cuando el estrés es intenso o persistente”. “También es relevante recordar que no todas las personas tienen las mismas posibilidades para aplicar estas recomendaciones, así que conviene evitar añadir más presión o culpa si en determinados momentos no podemos llevarlas a cabo”, concluye.
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