El madrileño Salvador Méndez Verdun, de 28 años, repetía la misma rutina, desde diciembre de 2022, cuando junto a otros 'sin techo' como él pasaba las noches durmiendo en un saco en el suelo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El pasado mes de mayo, a 482,4 kilómetros de distancia, en el concejo asturiano de Pemamellera Alta, el hostelero Fernando Fernández, sintonizó un programa de televisión nacional donde se contaba su historia.
El empresario empatizó de inmediato con su protagonista y su primera reacción fue llamar en directo y ofrecer a “Salva” un trabajo indefinido, pensión completa y un sueldo como camarero de pisos.
Un empleo muy corto
El empleo apenas le ha durado tres días. Ambos han puesto fin de mutuo acuerdo a la relación laboral con tan solo tres jornadas trabajadas. “Salva” ha decidido cambiar la limpieza del hotel por su nueva profesión como 'tik toker'.
La oportunidad que se le presentaba, el pasado mes de mayo, a “Salva” era única y cuando escuchó la oferta laboral en directo no se lo creía. Acababa de relatar en televisión que llevaba casi dos años y medio durmiendo en el aeropuerto y buscando trabajo tras una mala racha y sin apoyo familiar.
Con anterioridad, había trabajado como dj y en una cadena de hamburguesas. En principio, su horizonte se abría por completo. El hotel restaurante-parrilla La Molinuca está situado en el parque nacional de Picos de Europa y desde sus instalaciones podía ver las montañas y el río Cares. Una perspectiva totalmente diferente a las repetidas vistas del aeropuerto.
Dos jornadas tarde y la tercera 'de asuntos propios'
“Salva” no lo dudó y aceptó agradecido. Se desplazó a Asturias y se instaló en Llonín, en Peñamellera Alta, con muchas ganas de afrontar un futuro lleno de optimismo. Fernando Fernández le explicó que su trabajo consistía en limpiar habitaciones y baños. Otra compañera le iba a enseñar el oficio. Él dijo que sí a todo.
Todo parecía venir de cara. Pero no ha aguantado en esta nueva situación. “Salva” ha permanecido apenas 15 días en Asturias, pero solo en tres ocasiones le llamaron para trabajar. Y el resultado habla por sí solo: los dos primeros días llegó tarde y el tercero no apareció hasta la hora de comer porque, según dijo, se había tomado el día “de asuntos propios”.
'El tik toker de la tele'
Ahora ha cambiado las montañas de Picos de Europa por Logroño, adonde se ha trasladado a vivir y ha decidido cambiar de oficio. Se ha convertido en 'tik toker' y se dedica a contestar a los haters que ya han empezado a salirle a través de las redes sociales.
Él se muestra muy contento en este nuevo rumbo vital. Está plenamente enfocado en esta nueva etapa como influencer y su carta de presentación ya da muestras de cuál va a ser su estilo de vida: “Hola. Soy Salva, el de la tele”.