Bellas rescata al Granca
Tensión hasta el final la que se vivió en el Centro Insular de los Deportes, en la sufrida victoria del CB Gran Canaria, que gana la primera final del año y manda al Valladolid a la LEB Oro. La defensa no tuvo su mejor día, pero el acierto ofensivo en la pintura (con un 64% de acierto) contrarrestó el desastre más allá de los 6`75. El Valladolid, que comenzó muy bien, se fue diluyendo con el paso de los minutos, para finalizar el choque con 5 puntos en el cuarto periodo, que acabaron sentenciando al conjunto pucelano.
Le costó un poco a los amarillos coger la iniciativa en el partido, tras un intercambio de canastas, donde el Valladolid llevó siempre la voz cantante en ataque. Un espectacular arranque de Nacho Martin, con diez puntos consecutivos en un pleno de aciertos del jugador pucelano, para poner el 6-13.
Las pérdidas amarillas seguían dando ventaja a los visitantes, que no encontraban problemas para anotar con la defensa amarilla. Haynes apareció, sabedor de la importancia de la cita, para mantener al Granca en el choque, 11-22. El tiro exterior se mantenía en sus guarismos habituales, pero la insistencia en la zona con los hombres interiores permitía canastas más sencillas, aunque eran insuficientes para reducir la renta.
Dowdell fue el revulsivo amarillo, entrando desde el banco y propiciando un parcial de 6-0 para los locales. El norteamericano, más enchufado que el resto de sus compañeros, robó el balón en el poste bajo a Sonseca, para correr hasta la otra zona y asistir a Rey, antes de cerrar con una gran canasta la remontada canaria en la primera manga, 17-22.
Ante la permisividad en defensa, los lanzadores de Valladolid seguían ampliando la cuenta, provocando los cabreos de Pedro Martínez. Tuvo que ser Alvarado quien cambiase el ritmo al partido, entrando en la pintura y asistiendo a Xavi Rey para lograr igualar las tornas, 27-28.
Pero los nervios volvieron al conjunto claretiano, donde Songaila dio el oxígeno necesario a los suyos, 30-35, donde la salida de pista de Rey y Alvarado detuvo la anotación de los grancanarios.
El norteamericano Haynes quiso asumir protagonismo en un día para los valientes, saliendo como una exhalación de vestuarios y tras culminar un gran contragolpe y convertir dos tiros libres puso por segunda vez en el choque al Granca por delante, 41-40. Pero una vez más, los errores infantiles de los amarillos cometiendo pasos y los continuos fallos exteriores (1 de 14) dejaron a Valladolid volver a marcharse en el electrónico con los triples de Robinson, 44-49.
De nuevo, la entrada de Dowdell revolucionó al equipo, transmitiendo unas ganas y una energía propia de alguien que lleva muchos años vistiendo la elástica grancanaria, aunque ha sido el último en llegar. El acierto exterior de Valladolid fue suficiente para mantener las diferencias en el cuarto, 50-54, dejando para la manga decisiva la remontada grancanaria, que no se hizo esperar.
Cuando se respiraba más tensión en el CID, sin lograr levantar el marcador, apareció Tomás Bellas con un triple que propició la locura de la grada, tras poner a los amarillos por delante. Tras el tiempo muerto solicitado por los visitantes, Haynes puso la máxima para el Granca, 59-54, ante el júbilo de la hinchada amarilla, que llevaba muchos minutos soportando demasiada tensión.
Tras una falta antideportiva que los árbitros fueron los únicos que vieron de Bellas sobre Robinson, el Valladolid consiguió romper la sequía de puntos en el último cuarto, pero seguían teniendo dificultad para superar la defensa amarilla.
Pero esto no amedrentó a los insulares, que con los puntos de Rey y el base madrileño pusieron la sentencia definitiva al partido, que se confirmó con la eliminación de Borchardt. Triunfo vital para las aspiraciones amarillas de continuar en la liga ACB, que todavía tendrá que solventar en las tres jornadas que quedan.
