Tenerife apuntala su dulce delirio al desarbolar a un boquiabierto Oviedo

Los jugadores del CD Tenerife celebran uno de los goles que marcaron frente al Oviedo.

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

El CD Tenerife no sólo apuntala su dulce delirio sino también su candidatura al ascenso al desarbolar a un boquiabierto Oviedo, que poco pudo hacer ante la notoria superioridad insular.

Ambos conjuntos salieron en busca del gol, ya en el minuto dos, Saúl Berjón trató de sorprender a Dani con un lanzamiento raso de falta, pero el meta, sobre la misma raya de gol y junto a su poste izquierdo, se hizo con el balón, mientras que los locales, por más que lo intentaban, se tropezaban siempre con la defensiva ovetense.

Pero todo este engranaje de contención asturiano poco pudo hacer en el minuto 18 ante el inapelable gol de Longo, un pase desde la derecha de Carlos Ruiz sobre su compañero, la controló el italiano dentro del área, se dio media vuelta y soltó un zapatazo con su pie izquierdo ante el que poco o nada pudo hacer Herrero.

Este tanto, además de sosegar el ímpetu blanquiazul, también alteró su premisa inicial por otra un poco más recelosa, sobre todo ante la forzosa decisión asturiana de avanzar sus líneas, argucia esta última totalmente baldía para el cuadro asturiano.

Pero no fue este propósito visitante el causante del segundo tanto insular en el minuto 38, sino una fugaz distracción de su zaga después de una pugna entre un defensor y Longo, que acabó con el atacante por los suelos, y Mula, con un disparo ajustado, sorprendió tanto a sus rivales como al meta Herrero.

Así concluyó la primera parte, para reanudarse con dos propuestas bien distintas a las iniciales, ahora con la inexorable obligación de marcar de los asturianos, que estuvo cerca de reducir la ventaja en el 48, pero Alberto, a un escaso metro de la raya de gol, evitó que entrara en la portería un duro disparo de Fabbrini.

A renglón Acosta, en dos ocasiones, proporcionó dos serios disgustos a Herrero, y Mula y Alberto también erraron dos claras ocasiones en los minutos 54 y 60, cuyos disparos salieron por encima del larguero.

El visitante Forlín acertó de pleno al cabecear a la red en el minuto sesenta y cuatro una falta lanzada por Saúl, para acortar la ventaja, pero la esperanza visitante de igualar la contienda sufrió un duro varapalo en el 71, con Mula de nuevo como protagonista, al anotar el tercer tanto, esta vez mediante una suave vaselina en boca de gol tras una precisa asistencia de Acosta.

De aquí a la conclusión del encuentro muy poco que añadir, puesto que ante la recreación blanquiazul pocas objeciones pusieron los asturianos, resignados ya prácticamente a la contundencia del adverso marcador y de la supremacía de su contrincante.

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