Tenerife y Numancia firman las tablas en un partido con dos expulsiones
El CD Tenerife y el CD Numancia cosecharon un empate en un anómalo encuentro que pudo decantarse de cualquier de las dos partes, puesto que a lo largo del mismo se produjeron diferentes vicisitudes que finalmente lo impidieron.
Carlos Ruiz, en el minuto nueve y ante la pasividad de la práctica totalidad de su rivales, desde el borde del área pequeña logró adelantar a los suyos con un preciso escorzo de cabeza, tras un lanzamiento desde la esquina derecha de Aitor Sanz.
Un lanzamiento desde el córner izquierdo del cuadro visitante también le proporcionó pingües beneficios, puesto que Aitor Sanz, en su intento de evitar el remate de Carlos, derribó al defensor visitante, un penalti que se encargó Guillermo en ese mismo minuto, dieciocho, de transformar.
De esta manera, el encuentro se reencontró de nuevo con sus circunstancias iniciales, aunque ahora, sin especulación y sin análisis de ninguno de los dos, sino con una única apuesta, que no fue otra que la de encarrilar una confrontación que acabase con uno de los dos en lo más alto de la tabla.
Pero la efusividad o la torpeza del local Aitor Sanz al filo de la media hora le llevó al vestuario por dos amonestaciones, mientras que su compañero Montañés, una lesión también le llevó a la caseta, por lo que esta significativa desventaja local no sólo afianzó a su rival sino que, además, le proporcionó una franca superioridad.
Tras la reanudación el Numancia, con superioridad numérica, fue mucho más ofensivo, pero quien remató primeramente a puerta con auténtico peligro fueron los insulares por mediación de Aveldaño, pero el cabezazo los rechazo Aitor Fernández.
El meta numantino también se empleó a fondo ante un remate cruzado de Suso en el minuto sesenta y siete, tras recibir de Casadesús.
Pablo Valcarcel, en el sesenta y siete, también trató marcar con un lanzamiento raso, pero el balón se le fue al lateral de la red de Dani, equilibrándose poco después el encuentro por la expulsión del visitante Nieto, por soltarle un manotazo a su marcador Iñaki.
Con tanta igualdad y ante la posibilidad de perder un punto, ambos equipos se emplearon con mucha más cautela, renunciando casi que al ataque, salvo si la ocasión era lo suficientemente clara como para marcar, un disparo del local Malbasic lo sacó de nuevo Aitor Fernández en la recta final, concluyendo así un choque que no contenta a ninguno, pero que tampoco disgusta.