El Tenerife se regala tres puntos para despedir el año
El Tenerife tuvo que ganar al peso un partido que mereció desde el primer minuto, cuando un córner tempranero acabó en la cabeza de Enric Gallego para abrir una serie interminable de caídas al área y ocasiones de goles sin premio hasta que el mismo Gallego, mediada la segunda entrega, acabó con el atasco ante una Ponferradina fiada solo a no perder.
Los blanquiazules firmaron un cierre de año deseado que les afianza como líderes con un ejercicio de constancia, orden defensivo y construcción —a ratos brillante en la elaboración, casi siempre superior en los duelos— premiado al fin por la decantación de tantos remates limpios y tantas llegadas al área. Tuvo una fase antes del 1-0 en la que pudo devenir el encuentro en esos ejercicios estériles de pegada respondidos por el acierto del portero, los palos o la mira mal ajustada, pero acabó por aparecerse Gallego y su letalidad, antes con un remate en una acción inacabable, luego con el penalti que sí fue y transformó con la calma de saberse con los puntos en el bolsillo.
Lo de Gallego —igualado desde esta tarde con las mismas 44 dianas que Aridane Santana legó al tinerfeñismo— vino a hacer justicia al ejercicio coral del Tenerife, si acaso unas notas desafinadas de Jesús de Miguel, empeñado desde el comienzo en evitarse problemas frente a esta Deportiva, un rival tan necesitado de crédito como decepcionante en su propuesta. Con el 0-0 especuló hasta el hastío y en desventaja reveló por qué anda luchando con la tragedia de un descenso al siguiente infierno.
Cervera confirmó la titularidad de Juanjo y devolvió galones Alassan para presentar casi el once habitual. Que no estuviera hoy Aitor Sanz era lo de menos. El Tenerife arrancó decidido, no le hizo ascos a la posesión que le cedió la Ponferradina y salvo un tiro cruzado de Borja Vázquez de regreso del primer aviso de Gallego, el partido no tuvo otro dueño que el anfitrión desde que cargó sobre la banda de Andoni López, fuera por una arrancada de Alassan o un desdoble de César. El balón se enamoró del área visitante y se montó un tren de saques de esquina en veinte minutos de obertura con remates francos de Gallego, Fabricio o De Miguel. Uno suyo en el minuto 28 no fue gol porque Prieto voló con una mano salvadora al máximo artillero local, tan dotado para estos rejonazos como para liarse en las descargas o achicarse en los duelos.
La insistencia del Tenerife fue baldía. Tanta ocasión desperdiciada suele coincidir con esas tardes de tanto mérito sin premio. Se suceden las oportunidades que no encuentran rematador, no cogen rumbo cuando sí o acaban con un portero en estado de gracia, justo el día en el que todos los augurios adivinan una victoria del que más mérito acumula. Esa fue la historia de este Tenerife prenavideño, tan repetitivo en las asociaciones de Alassan y César como en la confirmación de la vena llegadora de Fabricio, que haoy cambió el sobresaliente en las entregas por la capacidad para aparecerse desde atrás con tiros desde la frontal o remates de cabeza en el área. Se quedó el brasileño sin los laureles de otras semanas, pero ya luce como el ocho completo que fue en el filial de la mano de Mazinho.
La vuelta del descanso no alteró ni las piezas ni el plan del Tenerife. Siendo un problema de puntería lo del primer acto, siguió con el guion —dale que te dale— de regreso de la pausa. Otro monólogo de los locales, juntas las líneas y dueños del medio juego, ahora que la Deportiva metió un tercer central para cerrar con cinco, como convencida de que solo el reloj o una vuelta con el Tenerife desorganizado le darían el empate a por el que vino.
Así, una pelota envenenada de Alassan que no encontró en el palo largo ni a Gallego ni a David. O el tiro dentro del área de Nacho Gil tras sentar a dos rivales con un regate y colocarla a la espalda del portero con otra definición que se fue por encima del larguero… consumidos dos tercios de la obra, aquel fantasma de la fatalidad sobrevolaba entre la lluvia.
Hasta que se apareció Gallego para espantar los augurios, el fantasma —y casi el orballo también— con una acción letal de delantero de área. Se citó el catalán con el gol en un 67 benefactor parar cerrar una jugada interminable fraguada con dos paredes tiradas por Alassan y Fabricio que dejaron a César franco para colgarla al área. Pifió el portero en el vuelo para atajar el balón, cabeceó Fabricio lo que pareció remate o pase o las cosas, trató de apuntillar Nacho Gil, la salvó a medias Prieto sobre la línea y quedó muerto el balón a los pies de Gallego, que está mayor para no hacer suyos estos caramelos. ¿Resultado? El 1-0 salvífico.
Liberado de la ansiedad que se había cuidado de exhibir, el partido rozó un ida y vuelta indeseado entre los cambios de la Ponferradina, sus prisas y las tribulaciones de Baldé, tanta voluntad confusa. Caído el ocaso, el tiempo cumplido, Borja Vázquez cometió un penalti claro que le llevó al árbitro cuatro minutos desesperantes de dudas delante de la pantalla rectificarse sobre el juicio.
En lo que Ortega Herrera se arrepentía, Gallego acudió al punto de penalti, donde el mismo Vázquez y otros se afanaban en picotearlo para dejarlo impracticable, sin hierba ni tierra. El árbitro paró la prospección, mandó que se tirara la pena máxima y Gallego, laus Deo, tampoco falló ahora. A las gentes de poca fe habrá que reconvenirlas: para Cervera et alii, sigue siendo actor principal.
(2) CD Tenerife: Dani; César, Landázuri, León, David; Alassan (Baldé, min. 77), Juanjo, Fabricio (Aitor Sanz, min. 83), Nacho Gil (Maikel Mesa, min. 90+7); De Miguel (Noel López, min. 83) y Enric Gallego (Fran Sabina, min 90+7).
(0) SD Ponferradina: Andrés Prieto; Diego Moreno (Keita, min. 80), Germán Novoa, David Andújar, Andoni López (Moltenis, min. 46); Álex Mula (Aguilar, min. 67), Frimpong, San Emeterio, Borja Vázquez; Pau Ferrer (Xemi Fernández, min. 73) y Sergio Benito (Cortés, min. 67).
Goles: 1-0, min. 67: Enric Gallego. 2-0, min. 90+4: Enric Gallego, de penalti.
Árbitro: Francisco José Ortega Herrera (comité valenciano). Amonestó a Enric Gallego (min. 78); y a los visitantes Diego Moreno (min. 31), Frimpong (min. 85) y Cortés (min. 90).
Incidencias: Partido de la décimo séptima jornada del Grupo I de la Primera Federación 25-26. Estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 11.687 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Olga Garcia Jorge, abonada del CD Tenerife, así como por todos los abonados y aficionados blanquiazules fallecidos en 2025.
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