Viera contradice a Ramírez: “En ningún momento los jugadores queremos manchar el escudo”

Jonathan Viera.
Telde (Gran Canaria) —

El capitán de la UD Las Palmas, Jonathan Viera, ha dicho este miércoles que los jugadores no quieren “manchar el escudo”, como aseguró el presidente del club, Miguel Ángel Ramírez, tras la derrota por 6-0 en Girona, en unas declaraciones que atribuye a que en “momentos de mucho nerviosismo” se dicen cosas “que no se piensan, o no se tienen que decir”.

El mensaje del futbolista internacional, este mediodía en rueda de prensa, ha sido claro: “Hay opiniones para todo, pero en ningún momento los jugadores queremos manchar el escudo de Las Palmas. Estamos dando todo para salvar al equipo, pero esto es fútbol, hay situaciones en las que, por mucho que trabajes, las cosas no salen”.

Viera también contradice a su presidente en el asunto de su mejora de contrato, al asegurar que no tiene “nada hecho” con el club, como afirmó Ramírez el lunes, y además aparca ese asunto, que considera “secundario”, para el final de temporada, hasta el punto de afirmar que “en junio veremos si Jonathan Viera continúa o no”.

“Estoy centrado en salvar al equipo, tengo tres años más y no hay prisa por arreglar mi contrato; a final de temporada veremos, no sé dónde voy a estar el año que viene”, ha dicho ante los periodistas.

Para el atacante internacional, la única esperanza que tiene el equipo amarillo para agarrarse en esta situación “crítica” es que queda “toda la segunda vuelta por delante”.

Viera ha defendido que “todos” son culpables de la crisis del equipo, poniendo especial énfasis en la palabra “todos”, para luego matizar que “los jugadores, los primeros, porque no estamos obteniendo los resultados que esperábamos”.

El jugador grancanario reconoce que el próximo sábado ante el Valencia podrían tener un mal recibimiento en su estadio por parte de los aficionados, porque estarán enfadados “más allá del partido de Girona, por toda la primera vuelta que hemos hecho”, y que finalizan como colistas, con solo once puntos.

Preguntado por sus palabras tras la derrota de diciembre en Getafe (2-0), cuando aseguró que el equipo no era una piña, ha explicado que el equipo “no tenía claro a lo que quería jugar, y cada uno iba a su bola”.

Cuestionado también por el asunto de los jugadores Rémy y Tannane, descartados por Paco Jémez, ha dicho que aunque el idioma era una barrera, él se llevaba “bien” y no tenía “ningún problema” con ambos futbolistas.

A su juicio, la situación actual no es culpa de los entrenadores: “Hemos tenido cuatro, y no es posible que los cuatro sean malos. La culpa es nuestra y tenemos que hacer autocrítica”, ha declarado.

Para Viera, el partido del próximo sábado ante el Valencia es “una final”, en la que deben demostrar que el equipo está “comprometido” y con “buena actitud”, que los aficionados vean “un cambio” desde el principio para que les apoyen.

El atacante internacional está convencido de que el equipo amarillo se va a salvar del descenso, pero para ello necesita obtener una victoria que les dé “confianza” y “coger aire”, porque el mayor problema es de “mentalidad”.

Viera reconoce que con lo hecho hasta ahora son “un equipo de Segunda división”, pero ya ha sacado la calculadora para la permanencia: “Ganando ocho o nueve partidos seremos equipo de Primera casi con toda seguridad”, afirma.

A su juicio, la primera de esas victorias debe llegar “ya”, el próximo sábado, en un partido al que deben salir “con mentalidad y orgullo” ante un Valencia “que no se puede llevar la victoria de aquí”, ya que pretenden hacer del estadio de Gran Canaria un “fortín” porque la permanencia “pasa por los partidos de casa”. 

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