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Gómez Noya: ''Desde 2005 esta medalla era el gran objetivo''

El triatleta Javier Gómez Noya confesó que la medalla de plata conquistada este martes en los Juegos Olímpicos de Londres junto al Lago de Hyde Park era un objetivo que venía buscando desde 2005, cuando se vio en la élite mundial, y destacó la dureza de una carrera en la que quedó por detrás del británico Alistair Brownlee y justo un escalón por encima en el podio de su hermano mayor Jonathan.

“Pesa más que las de la ITU”, apuntó Gómez Noya casi una hora después de lograr la tercera plata española en Londres a la prensa escrita. Todo, incluida la ceremonia de entrega de medallas, se había retrasado por la indisposición de Jonathan Brownlee, que llegó agotado hasta el límite para ganar el bronce después de una penalización por subirse antes de tiempo a la bici en la transición desde el agua.

El gallego, que derrotó por vez primera en 2012 a Jonathan, estaba feliz por haber conseguido la medalla. “Cuando sales a competir sales a por el oro. Estoy satisfecho por cómo ha ido la carrera. Creo que he estado donde tenía que estar en todo momento y Alistair ha sido el más fuerte en los últimos kilómetros. No cambiaría nada, ha abierto ese huequecito, he intentado mantenerle, pero ha corrido muy rápido”, explicó.

Gómez Noya se enfrentó sólo al equipo británico, a los hermanos Brownlee y a Stuart Hayes, también al eslovaco Richard Varga, que se había estado entrenando en las últimas semanas con el dúo británico y les echó una mano en el tramo de la bici, en el que se rodó “rápido”, “no se ha parado” por el ritmo de Hayes y el “gregario” Varga.

“Hasta la primera boya tienes que ir fuerte y fue un refuerzo positivo llegar y verme a los pies de Varga, que es un gran nadador. En la bici lo intentamos los cinco, al final nos cazaron y había que estar muy atentos. Mi estrategia era meterme entre ellos (los hermanos) y al final así fue. Además, que Jonathan tenía que parar porque tenía una penalización y podía luchar por el oro. El oro estuvo muy caro y Alistair me ha sacado menos que otras veces, pero no pude estar a su nivel”, lamentó.

El pupilo de Omar González, apoyado a escasos metros en una valla respondiendo todo el tiempo a las decenas de mensajes de felicitación que le llegaban, dijo que cree que estuvo a su mejor nivel. “Desde 2005 ó 2006, en que te ves a gran nivel mundial, esta medalla era el gran objetivo. Lo intenté en Pekín, donde estuve muy cerca, y ahora cayó. ¿Qué pensé? Cruzas la línea de meta y no piensas en la medalla. Piensas en que se acabe el sufrimiento porque ha sido muy duro. Pero ha sido muy duro para mi y para el que ha hecho el 25 o el 30, también”, señaló.

Cuando pasó esa línea entre el sufrimiento y el placer del descanso, Noya se acercó a Alistair, que se desplomó como él al cruzar la meta. “Le he dicho que, después de lo que demostró el año pasado y éste, ha sido el justo vencedor. Ha demostrado un nivel altísimo y nos ha apretado a todos las tuercas para estar a ese nivel. El hecho de ganarle a Jonathan creo que es muy positivo porque no había sido capaz de ganarle en ninguna carrera. ¿Imbatible? No, no hay nadie, estoy más cerca de lo que parece”, señaló en alusión a Alistair.

La mejor carrera del año.

En Pekín dijo que dio “el máximo”, llegó lesionado y unos problemas de estómago le relegaron al ingrato cuarto puesto. “Hubo tres más rápidos que yo y no es ninguna revancha. Luego gané un Europeo, muchas Copas del Mundo y éste es un paso más en mi carrera deportiva. Los Juegos son cada cuatro años y en Pekín no lo conseguí, así que sabía que ésta era una buena oportunidad y que no debía desaprovecharla”, indicó.

A su juicio, una plata olímpica tiene mucha más repercusión que un título mundial a pesar de que este último “es más difícil de ganar porque el nivel es más alto que los Juegos”. “Ganar medallas es muy complicado en los Juegos en cualquier deporte. No nos vamos a comparar a Estados Unidos o a China, pero tampoco a Francia o Alemania por cómo funciona allí el deporte. Ha habido algunos cuartos puestos, algunos diplomas y no han sido medallas. Ojalá consiguiéramos más, pero no se puede pedir peras al olmo”, comentó respecto a la sequía de medallas españolas en Londres.

Para él, este martes hizo la mejor carrera de la temporada y está al nivel de las mejores en toda su carrera deportiva. “No ha sido suficiente para ganar, pero di el máximo y hacerla aquí es lo que cuenta. Es difícil conseguir medallas cuando no se apoya tanto a los deportes olímpicos. Si se acuerdan un poco de nosotros cada cuatro años es difícil conseguirlas. Pero salgan mejor o peor todos los españoles que hemos estado aquí ha dado el cien por cien”, recalcó.

En este momento cumbre, Noya, que dejó sus estudios de ingeniero y piensa recuperar los de INEF, se acordó de sus padres, Javier y Manuela, de su entrenador, Omar González, o del anterior José Rioseco, que le formó como deportista.

“¿Río? Quedan cuatro años y ojalá pueda estar para ir delante, luchar por las medallas. Estoy motivado”, indicó Gómez Noya, nacido en Basilea (Suiza) por accidente y que pisó España con sólo tres meses, mientras Jonathan Brownlee atendía justo detrás a otros medios extranjeros, sentado en una silla, sin aliento aún después de intentar seguir la estela del subcampeón olímpico.

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