Greipel gana al sprint en ausencia de Cavendish
El corredor alemán André Greipel, del Lotto-Belisol, se adjudicó al sprint la cuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Abbeville y Rouen sobre 214,5 kilómetros, por delante del italiano Alessandro Petacchi (Lampre) y del holandés Tom Veelers (Argos-Shimano), mientras el suizo Fabian Cancellara (Radioshack) conserva el amarillo.
Andre Greipel no tuvo rival en la recta de meta para sumar su segundo triunfo en el Tour, tras el de 2011, y el decimocuarta en el presente curso, ya que su principal rival, el británico Mark Cavendish (Sky), se vio atrapado en una montonera a algo menos de 3 kilómetros de la llegada.
Tampoco lo fue Peter Sagan, el Forrest Gump del pelotón -por la forma en que celebró su triunfo la víspera, braceando como el mítico personaje de ficción-, que esta vez acabó quinto y sin opciones de lograr la victoria, pues el asfalto no tenía el desnivel que le gusta al eslovaco.
El Lotto había buscado la volatta después de colaborar en neutralizar una escapada de un trío -integrado por el japonés Yukiya Arashiro (Europcar) y los franceses David Moncoutié (Cofidis) y Anthony Delaplace (Saur Sojasun)- de aventureros que saltaron en el kilómetro 1.
Estos anduvieron en fuga algo más de 200 kilómetros, tuvieron una renta máxima de 8 minutos y 35 segundos y fueron alcanzados a tan sólo 7,5 kilómetros, poco antes de la caída de Mark Cavendish y el argentino Juan José Haedo (Saxo Bank), que vieron cómo sus opciones se derramaban por el asfalto.
En Rouen, la casa del mítico Jacques Anquetil, ganador del cinco Tours de Francia, donde falleció en 1987, Greipel fue el más rápido donde lo quería ser Cavendish, que entró malherido en el orgullo y el cuerpo. Rubén Pérez, del Euskaltel, décimo fue el mejor español en un pelotón que entró echó añicos.
Este jueves se disputa la quinta etapa entre Rouen y Saint-Quentin, de 196,5 kilómetros y con un perfil muy llano que debería culminar, a priori, con una nueva llegada masiva al sprint, si las caídas lo permiten.