Crisis amarilla por Lobera
La silla de Sergio Lobera, entrenador de la UD Las Palmas, no ha parado de moverse durante las últimas horas dentro del club. En una jornada de máxima tensión en la sede amarilla de la calle Pío XII, el entrenador aragonés ha llegado a estar defenestrado, mientras se daba ya por hecho las negociaciones casi cerradas con su sustituto, el argentino Héctor Gorosito, hasta que al final de la noche el presidente, Miguel Ángel Ramírez, imponía su criterio de seguir con Lobera al menos hasta la próxima jornada.
La crisis amarilla no se ha cerrado, ya que la noche del lunes hubo un largo Consejo de Administración, con la comisión deportiva decidida por el relevo y el presidente contrario a ello, en el que aparentemente prevaleció la postura de Ramírez Alonso, hasta que durante la tarde de este martes volvieron a desatarse todas las alarmas ante un inminente relevo, con Gorosito como principal candidato a ocupar el banquillo amarillo, pero también con otros nombres, como Jokanovic, Martín Lasarte o Abel Resino, en el tintero.
Gorosito (Buenos Aires 1964), el mejor de los colocados para el relevo, llegaría a la UD después de un par de temporadas exitosas al frente Tigre, equipo modesto de la Primera División argentina con el que estuvo a punto de ganar el campeonato y llegó a la final de la Copa Suramericana. En España, su experiencia en los banquillos se limita a la segunda vuelta de la temporada 2009/2010 al frente del Xerez. El argentino logró que el equipo andaluz fuera la novena mejor escuadra de la segunda mitad de la temporada aunque los pobres resultados del inicio del campeonato lo mandaron a Segunda. Se desvinculó del cuadro xerecista al no estar convencido del proyecto deportivo del siguiente año.
Como jugador, Gorosito habitó bancos ilustres como el de San Lorenzo de Almagro, Universidad Católica de Chile y, sobre todo, River Plate, con quien ganó la Liga argentina y la Copa Libertadores, máxima competición del fútbol sudamericano. En este sentido, comparte colores con otros ilustres de la historia amarilla como Quique Wolff o Morete. También fue internacional absoluto con la Argentina, con quien ganó la Copa América de 1993.