Una primera vuelta de permanencia
28 puntos. A nueve del descenso y a ocho de la promoción. Con los números en la mano y según el objetivo de permanencia marcado por el club, la mejor primera vuelta desde que el club ascendiese a Segunda División en 2006; con la vista puesta en las posibilidades de la plantilla, deja un sabor insuficiente.
Los primeros cuatro partidos de la temporada dejaban un bagaje de 10 puntos logrados de doce posibles, lo que alentaba la ilusión de la afición, que veía como el club tenía potencial para mirar más arriba de lo marcado. Sin embargo, resonaban las palabras Viera-Vitolodependencia en todas las cabeceras y programas radiofónicos de la isla. La Unión Deportiva abusaba en exceso de la letal conexión entre ambos canteranos que, a pesar de hacer previsible el ataque de los insulares, traía de cabeza semana tras semana a la defensa de los clubes rivales. Ello se confirmaría ante el Córdoba y el Murcia, en donde los de Juan Manuel caerían derrotados en ambas ocasiones, con las carencias ofensivas amarillas, motivada por la ausencia de ambos canteranos, como protagonista.
Ante el Celta, precedido por un empate ante el Murcia, el club amarillo volvería a la senda del triunfo y confirmaba su buen momento al doblegar al Valladolid varias jornadas después en el Estadio Gran Canaria, con la dupla más conocida como la 'doble V' nuevamente a pleno rendimiento. Exceptuando la fragilidad defensiva demostrada en este tramo por los amarillos y las numerosas expulsiones de las que eran objeto los jugadores del cuadro insular, la Unión Deportiva se apuntaba a la lista de los equipos en mejor forma, manteniendo muy cercanos los puestos de promoción de la categoría de plata del fútbol español.
Justo ahí vendría el declive. Noviembre negro le llamaron y los números preocuparon con creces en el entorno del club amarillo, rumoreándose, incluso, con la continuidad de Juan Manuel Rodríguez al cargo del aspecto técnico de la entidad de Pío XII. Sin saborear la victoria en dicho mes, el club insular caería derrotado ante el Huesca, colista de la categoría, y no fueron capaces de pasar del empate ante el Cartagena, equipo que también ocupaba la última posición de la tabla en el momento del encuentro. En este tramo destacaba la ausencia de Vitolo, relegado al banquillo por Juan Manuel Rodríguez, con motivo de un descenso notable en su rendimiento.
Viera tomaría las riendas de la ofensiva amarilla, centrándose el discurso, esta vez, en la Vieradependencia. El de La Feria rescataría a los insulares de su mal momento ante el Villarreal B con una actuación galáctica, anotando el segundo de la noche con un disparo magistral de falta y dejando en bandeja los otros dos a Guerrero y Portillo.
Un empate y una derrota para cerrar el año devolvían a la UD a la senda de la crítica pesimista, aunque ganaba fuerza el discurso centrado en la crítica arbitral que ha colmado las ruedas de prensa del técnico amarillo posteriores a los partidos.
Tras el parón invernal, tampoco podría sumarse una nueva victoria ante el todo poderoso Hércules, situado en el liderato de la tabla durante gran parte de la primera vuelta. Sin embargo, algo había cambiado. La UD ofrecía una imagen más que aceptable en el Rico Pérez, con un pletórico David González como artífice del cambio de estampa. Esto se confirmaba en el feudo amarillo ante el Barcelona B, en donde el centrocampista sirvió de luz guía para que los amarillos llevasen a cabo uno de los mejores partidos de la temporada y se impusiesen por 3-1 al filial blaugrana y se devolviese la ilusión a una afición con dificultades para confiar en la marcha de su equipo.
Y no es para menos, ya que la irregularidad sería una palabra que definiría a la perfección al cuadro de Juan Manuel en esta temporada. Para confirmarlo, la UD volvería a dejar muchas dudas en el último partido de la primera vuelta ante un Sabadell en caída libre, consiguiendo un punto in extremis gracias a un cabezazo del central Juanpe en el último minuto.
A pesar de todo, la Unión Deportiva se encuentra en una posición privilegiada de la tabla y ha sobrepasado el número de puntos proporcional a la primera vuelta para lograr conseguir la permanencia. El colchón de seguridad de nueve puntos con el que cuenta es inédito en lo que va de siglo a estas alturas de la temporada, por lo que es indudable que la marcha del equipo es más que aceptable.
Eso si, si los amarillos mostrase regularmente la calidad que ha llevado a cabo en varios encuentros de esta primera vuelta, el cuento sería diferente y se estaría hablando de otro tipo de objetivos con toda seguridad.