Punto con sabor a Primera
El cuadro de Lobera aprovechó una acción a balón parado para conseguir un punto de oro en un campo complicado merced al tanto de Murillo. Los amarillos no consiguieron imponer su juego pero mejoraron significativamente su versión como visitantes, gracias a la intervención de Barbosa, que detuvo un penalti que podía haber matado el partido.
Los amarillos sacaron el oficio necesario para sobreponerse a la situación y sacar un empate con el que seguir manteniendo la posición de puestos de playoff por el ascenso (empatado con Villarreal y Córdoba) con el octavo puesto.
El ímpetu del Villarreal fue suficiente para mandar en el primer tramo de partido, encerrando a los canarios en campo propio aunque sin conceder claras ocasiones de gol. Agazapados en defensa, los jugadores de la UD rifaban el balón ante la presión de los jugadores castellonenses, incapaces de gozar de largas posesiones pero encontrando huecos a la espalda de los defensores para crear peligro al contragolpe.
Con el descenso de la intensidad inicial del Villarreal, los isleños empezaron a encontrar posiciones cómodas para combinar. De una triangulación entre Thievy, Nauzet y Momo salió la primera ocasión, en la que Momo estuvo a punto de quedarse sólo ante Juan Carlos.
Marcelino tuvo que modificar el guión por la lesión de Cani, el mejor hasta ese momento de su equipo, pero la película no cambió con la entrada Trigueros, que ocupo el rol protagonista del '10' del Villarreal. El balón seguía siendo de los locales, pero las contras canarias llevaban cada vez más peligro. Thievy pudo inaugurar la cuenta a pase de Vitolo, pero delantero galo se entretuvo y la defensa despejó a córner.
Los locales no llegaban a morder, a pesar de rondar la meta de Barbosa en continuas ocasiones, ya que la UD realizó un gran despliegue defensivo liderado por el trabajo de Nauzet y Momo, que mantenía a raya a los locales. Pero al borde del descanso, en un córner botado fuera de tiempo, Perbet aprovechó el desconcierto de la zaga para recoger un balón suelto y poner el 1-0 en el electrónico.
Barbosa cambia el rumbo
A poco de la reanudación, una jugada de Uche por la banda acabó con el nigeriano en el suelo dentro del área por derribo de Pignol y el consiguiente penalti señalado. Farinós, especialista en este tipo de acciones, se encontró con la gran estirada de Barbosa, que detuvo el penalti y mantuvo con vida a los suyos.
Sin embargo, el nerviosismo seguía apoderado de los grancanarios, que a pesar de la entrada de Tato no conseguían llegar a zona de disparo. Las jugadas de los isleños no encontraban finalización, muriendo en los pies de los defensores del Villarreal, aunque cada vez llegaban con mas asiduidad en busca del empate.
Con mucha paciencia, Las Palmas comenzó a arrinconar al Villarreal en su propio campo, dominando con largas posesiones pero sin mordiente, hasta que una falta sacada por Nauzet encontró la cabeza de Murillo. El colombiano se elevó en el área y anticipándose a su marca puso las tablas en el marcador.
A partir del gol empezó un partido nuevo, sin dueño y en donde las ocasiones de peligro se alternaban en ambas portería. La polémica volvió a aparecer en el área canaria, con un claro derribo de Murillo sobre Uche, aunque en esa ocasión el colegiado no decidió señalar el punto de penalti.
Los últimos minutos fueron un correcalles, en el que sufrieron más los jugadores de la UD, pero con el pitido final saborearon un punto con sabor a Primera con el que poner fin a la racha de derrotas como visitantes.