El techo amarillo domina los aros
El internacional esloveno refleja desde su llegada un juego muy inteligente sin balón, además de demostrar que con el cuero en las manos es igual de peligroso. En defensa, casi un muro infranqueable de 2,10 metros de altura, contra el que se han topado ya pivots como Moerman y Rakovic. Gracias a él, junto a Nelson y Beirán, el cuadro grancanario es el líder en dicha estadística con 5 tapones a favor, en tan sólo un choque. Y en ataque, una muñeca prodigiosa con la que encestar a más de cuatro metros del aro, haciendo imposible los intentos de sus oponentes por evitar la canasta.
El gran repertorio estadístico ante el Gescrap Bizkaia Bilbao, con importantes ausencias en el juego interior ha dado mayor importancia a su rol en el equipo. Ya no es sólo cuestión de puntos, rebotes, asistencias, robos o tapones, sino todos esos intangibles que se ven sobre una cancha de baloncesto, los cuales tanto los aficionados como los entrenadores tanto valoran.
Para el Centro Insular, conocedor y amante del buen baloncesto, Uros tiene muchos argumentos para convertirse en uno de los jugadores más importantes de las últimas campañas en el juego interior. Una cerrada ovación con el público en pie despidió al internacional esloveno durante el último cuarto, el cuál no se percató del detalle. “No me di cuenta porque estaba concentrado en el partido. Intentaré que en cada partido suceda lo mismo”, reconoció Uros, cuyo único objetivo es mejorar cada día y mantener feliz a la afición.
A pesar del buen arranque no quiere confianzas y reconoce que aún tienen que practicar muchas cosas, que se verán refrendadas con el paso de las jornadas. “Hay mucho que corregir”, expresó el pivot amarillo, tras añadir que “el domingo en la cancha se verá como estamos”. Slokar reconoce que lo importante es que toda la plantilla se recupere cuanto antes y poder tener al grupo más cohesionado, después de las lesiones que han ido castigando a los jugadores claretianos.
En frente, un rival que conoce bien, ya que fue el club que le hizo debutar en la liga española. Desde su marcha en 2011 del club catalán ha habido mucho vaivén de jugadores, pero en el banquillo continúa el mismo hombre. Uros ya estuvo a las órdenes de Ponsarnau, del que guarda buenos recuerdos. “El equipo a cambiado desde que yo estaba, aunque mantiene a Jaume, que es un gran entrenador. También tengo un buen recuerdo de la afición, que animaba y gritaba mucho”, reconoció el jugador del Herbalife Gran Canaria.