El alcalde hace trampas

Desde que se televisan los plenos por Internet, a través de la web del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el alcalde interviene con muchas más frecuencia que antes, sobre todo cuando los debates se van a cerrar, haciendo uso del privilegio de ser el presidente del pleno municipal, que puede intervenir cuantas veces y en los momentos que quiera.

Esas intervenciones van “dedicadas” al ciudadano que no está en el salón de plenos y que los sigue por Internet, intentando explicar la posición del grupo de gobierno municipal, como si en las fases del propio debate, el PP no hubiera intervenido, o los concejales de su grupo no se hubieran explicado bien.

Ese fue el caso del pleno extraordinario del pasado 27 de julio, dedicado a debatir en exclusiva el plan de empleo que presentó el PSOE. El debate había transcurrido con muy buen tono y sin acritud, a pesar de las diferencias entre la propuesta del PSOE y la enmienda que el PP quiso colarle con cierta habilidad.

Cuando ya solo quedaba votar, interviene Cardona y la arma. Si la enmienda de su partido ? defendida por Sabroso ? era una especie de pasteleo para dormir al PSOE, el alcalde la tiró a la basura, y dejo claro que no creía en la solución de dar trabajo a los parados del municipio (sobre todo a alguno de los 32.000 que no reciben ningún tipo de prestación por estar parados) con obras municipales del tipo del Plan E de Zapatero.

Además, aclaró que el Ayuntamiento no contaba ni con los 20 millones de euros que pedían los socialistas, ni con 15, ni con 10 ni con 1, y que no era cierto que hubiera un compromiso del Gobierno de España para permitir utilizar los remanentes ni los superávits en gasto social.

Con el debate abierto por el alcalde, en un intento de descalificar el plan de empleo socialista, tuvo que intervenir ? sin pedirlo - el Concejal de Hacienda Agustín Gutiérrez, que intentó ridiculizar la propuesta socialista basada en los remanentes, pero se olvidó de unas palabras claves tales como “remanentes líquidos de tesorería”. También intervino nuevamente Sabroso. Por parte del PSOE hizo una apasionada intervención Campoamor, el especialista en cuentas, y al final ? después de nuevas intervenciones de Gutiérrez, Quevedo (NC) y Barrios (Compromiso) - cerró el nuevo debate la portavoz socialista Isabel Mena.

Esta, mirando directamente al concejal Gutiérrez, le espetó diciendo que él había recibido una carta del Secretario de Estado de Administraciones Públicas Sr. Beteta, en la que le manifestaba la intención del Gobierno de España de modificar la Ley de Estabilidad Presupuesta (en su artículo 32) para permitir que los ayuntamientos saneados ? como es el caso del de Las Palmas de Gran Canaria ? pudieran utilizar los remanentes, entre otras cosas, en planes de empleo social, para luchar contra el paro. Por lo tanto el grupo socialista sabía lo que decía, y por eso habían especificado que 12 millones de euros (de los 20 del plan de Empleo) fueran con cargo a remanentes del año 2012.

Y dirigiéndose al alcalde le propuso condicionar la aprobación del plan de empleo, a la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria anunciada por el Sr. Beteta. ¿Ustedes creen que el alcalde o el concejal de Hacienda desmintieron a la concejala socialista? Pues no. Ambos se callaron, no dijeron ni pío ? a la propuesta de Isabel Mena - y el alcalde concluyó “Una vez suficientemente debatido el tema, se procede a su votación”. Y se votó la enmienda del PP, que se aprobó con los votos a favor del PP, los votos en contra de los socialistas y la abstención de NC y Compromiso, que por cierto, hicieron un buen papelón con sus votos. El Plan de empleo socialista decayó y no se votó al ganar la enmienda del PP.

El alcalde hizo trampas, al reabrir un debate que ya estaba cerrado. Pero esta vez le salió mal y quedo en evidencia, ante la buena intervención de la portavoz socialista. El concejal de Hacienda tampoco quedó muy bien parado. Cardona tuvo que cerrar el debate de cualquier manera, sin responder a Isabel Mena y a su oferta condicionada, porque se vio cogido en su propia trampa.

Moraleja: no siempre las trampas salen bien y a veces la ventaja de ser alcalde y hablar cuando y como quiera, se vuelve en contra.