Espacio de opinión de Canarias Ahora
Educación, el valor más estratégico
En Nueva Canarias estamos convencidos de que la educación es una de las políticas más estratégicas en una comunidad que aspira a mayores cotas de bienestar para todos y todas. Por ello, apostamos por seguir llevando a cabo un esfuerzo colectivo para incrementar la calidad de nuestro sistema educativo. Considero que sigue siendo válido lo que señalara Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, en un informe de la UNESCO sobre las perspectivas de la educación en este siglo XXI, afirmando que la educación “constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda avanzar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social”.
En su momento, NC participó de forma muy activa y comprometida en la elaboración de la Ley Canaria de Educación no universitaria (LCE), aprobada por la Cámara canaria en 2014. Una ley de iniciativa legislativa popular, impulsada por AMPAs y colectivos docentes, enriquecida en el debate parlamentario y que concitó altos niveles de consenso. Una ley que tiene como objetivo “regular el sistema educativo canario y su evaluación, de modo que pueda convertirse en un instrumento eficaz para hacer efectivo el derecho a una educación de calidad, inclusiva e integradora, que garantice la equidad y la excelencia, la prestación de un servicio público esencial y convertirse, a la vez, en uno de los motores del desarrollo social, económico y cultural del archipiélago”. Una ley que todavía cuenta con algunos aspectos por desarrollar plenamente.
La educación juega, además, un papel muy importante en la consolidación de los valores democráticos, lo que resulta fundamental en un mundo en el que avanzan peligrosas propuestas autoritarias que pretenden recortar derechos de la ciudadanía y que no dudan en recurrir a la violencia para tratar de modificar los resultados de las urnas. La educación es también relevante en la ardua tarea de eliminación de las barreras en función del género y, asimismo, en la cotidiana batalla frente a la violencia machista. Así como en la potenciación de una imprescindible conciencia medioambiental en un planeta en grave situación de riesgo por la crisis climática.
Presupuesto
El Presupuesto de Educación para 2023 alcanza los 2.328 millones de euros, un 8,8% más que el inicial de 2022 y aumentando en 573 millones respecto a las cuentas públicas de 2019, lo que supone un 32,64% más que entonces. Confirmando el compromiso de Gobierno de Progreso de Canarias con el servicio público educativo, con la mejora de su calidad y del éxito escolar, con la cohesión social de esta tierra.
Constituye un dato positivo la mejora sustancial en nuestra tasa de abandono escolar temprano, parámetro de comparación internacional que incluye a la población entre 18 y 24 años que no han completado la segunda etapa de la Educación Secundaria (Formación Profesional de Grado Medio, Básica o Bachillerato) y no continúan ningún tipo de formación. En la última Encuesta de Población Activa (EPA) del año 2022, el abandono prematuro se sitúa en Canarias en el 11,7%, dos puntos porcentuales por debajo de la media estatal (13,9%). Éramos la cuarta comunidad con más abandono en 2012, con el 28,30%, es decir, 3,4 puntos por encima de la media y hoy somos la octava.
En el programa con el que concurrimos a las próximas elecciones de mayo hacemos énfasis en la apuesta decidida por una escuela inclusiva, compensadora de desigualdades socioeconómicas y culturales y que atienda a la diversidad del alumnado. Donde el alumno se constituye en el principal protagonista, con el objetivo de que pueda desarrollar todas sus capacidades y potencialidades tanto a nivel académico como personal.
Educación 0-3
Insistiendo en los compromisos de calidad en todos los niveles educativos. Una educación basada en la excelencia y la equidad necesita, asimismo, de un profesorado comprometido y formado de manera permanente, para ello es básico dignificar la labor docente. Un profesorado que, junto con la sociedad, tiene el reto de formar a una ciudadanía reflexiva, crítica y comprometida con el mundo en el que vivimos y a jóvenes y adultos capaces de desarrollarse profesionalmente en un mercado cada vez más competitivo y con nuevos retos, sin olvidar la educación en valores.
Implicados en la inversión en educación, para avanzar en el objetivo de la Ley Canaria de Educación (LCE) de alcanzar el 5% del PIB en materia educativa. Así como en universalización de la educación 0/3 años, esencial para la detección temprana de problemas de aprendizaje y para la superación de las desigualdades sociales, así como para la conciliación. Intensificando la tarea para prevenir el abandono escolar temprano -que se ha ido reduciendo de forma significativa, estando en la última EPA de 2022 situado por debajo de la media estatal-, con especial atención a las zonas más vulnerables.
Otros elementos esenciales hacen referencia a la integración transversal de la educación emocional y para la convivencia y el desarrollo sostenible, creando entornos educativos amables e inclusivos. El impuso al aprendizaje a lo largo de la vida, fortaleciendo la educación de las personas adultas. El empuje a la Formación Profesional y a la gestión del talento; con una FP orientada a la economía del conocimiento y de la innovación, el incentivo a la FP dual de la mano del sector empresarial. Así como la apuesta firme por el reconocimiento social a la labor del profesorado canario.
El Plan de Digitalización Educativa; la promoción de los ecosistemas de aprendizaje, abriendo la escuela a la comunidad, fomentando el trabajo en Red con todos los agentes educativos. El fomento de proyectos piloto en centros educativos, orientados a trabajar en los desafíos que presenta la escuela del siglo XXI, facilitando la autonomía y con dotación específica en recursos económicos y humanos, en ámbitos diversos como la reducción del abandono y fracaso escolar, la mejora del aprendizaje idiomático y la educación emocional, entre otros. O el Plan de Mejora y Modernización de las Infraestructuras educativas para que sean más seguras, accesibles y sostenibles, constituyen otros temas relevantes.
Y, en el caso de las universidades canarias, favorecer su fortalecimiento, promoviendo su mejora continua y apoyando la actividad docente e investigadora. Con una dotación económica estable mediante un contrato programa que vincula la financiación a alcanzar objetivos en alumnado, desempeño docente, oferta formativa, producción científica, innovación, internacionalización o igualdad de género de nuestras universidades públicas.
Como he señalado en distintas ocasiones, una sociedad que intenta superarse y progresar debe potenciar su sistema educativo. Considerándolo como un auténtico motor de transformación para alcanzar una sociedad más equilibrada, igualitaria y sostenible. Más preparada para abordar los desafíos presentes y los que nos deparará el futuro. Más culta, más sostenible, más segura, más sana y con más capacidad de adaptación a los nuevos escenarios.
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