Jueces y Fiscales

En el Ministerio de Justicia hay muy buenos profesionales, lo mismo que en el Ministerio Fiscal. Pero hay algunos que ¡merde!, que diría mi colega Letizia Ortíz Rocasolano. El más merde de todos me parece que es el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, que para los indicios que tengo es un presunto delincuente. De momento está comprobado y recogido en el sumario de la Operación “Lezo” una serie de hechos altamente sospechosos. En un SMS Catalá le decía a Ignacio González: “Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos”. Menudo lío, embrollo, follón, ha originado el tal Catalá entre mis colegas periodistas que se dedican a desembrollar todo lo que aparece embrollado. Por si fuera poco, Ignacio González también mandó SMS al Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoilo, felicitándolo cuando fue nombrado para el cargo, pero la entrevista no llegó a efectuarse. El ministro Catalá ha dicho que los líos a los que se refería no eran los de su amiguete Nacho González con la Justicia, sino los de España en su conjunto, y los del Partido Popular en particular. Una respuesta que ha sembrado la duda entre todos los grupos de la oposición.

Pero los líos en el Ministerio del Interior, y en el Ministerio de Justicia, son cada vez más liantes. Y se entrelazan entre sí. Lo cierto es que en el caso del supuestísimo chivatazo al expresidente madrileño Ignacio González y a otros investigados en la operación Lezo por parte del Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, el todavía fiscal jefe Anticorrupción Manuel Moix pese al informe de dos fiscales, Carlos Iañez y Carmen García Cerdá, afirmó que el tal Nieto no había sido el del chivatazo, pero Moix no se ha apresurado a investigar quién fue el chivato. Será que Moix, en vez de Fiscal Anticorrupción, es un presunto corrupto. Y la casas de los líos aumenta en dos o tres piso de más altura.

Pero en otro piso más arriba de la casa de los líos está el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, que tiene fama de ultraconservador entre los fiscales, y que fue quién más presiono para que se condenara al juez Baltazar Garzón, y ahora en todo este lío defiende con uñas y dientes al fiscal Anticorrupción, el presunto corrupto Manuel Moix, cuestionado por sus oscuras intervenciones en la operación Lezo, y también defiende con uñas y dientes, y hasta con puñetas, al secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Y dos puñetas. De momento el Partido Socialista ha presentado una moción de reprobación triple, contra Rafael Catalá, José Manuel Maza y Manuel Moix, que ha sido apoyada por toda la oposición en el Congreso de los Diputados.

En resumen, que tanto el Ministerio del Interior, como el de Justicia, están montados en sendos caballos salvajes que en cualquier momento pueden tirar de su grupa a los presuntos cuatreros que los monta. Por si fuera poco en Canarias también tenemos una gran casa de los líos entre jueces y fiscales, y de oca a oca, y de alba a alba, y tiro porque me toca. Lo cierto es que la quisicosa entre jueces y fiscales está en tono subido, y también la casa de los líos de la justicia canaria aumenta notablemente de altura de pisos. Es significativo que el Fiscal Superior de Canarias, Vicente Garrido, haya considerado aumentar la fianza de 6.000 a 12.000 euros para permitir que se persone como acusación popular en la causa que instruye el Tribunal Superior de Canarias contra el juez Salvador Alba, que maquinó contra la exdiputada de Podemos Victoria Rosell, y asegura Garrido que la tal fianza es para “ahuyentar la instrumentalización política de una causa penal” contra el magistrado Salvador Alba. No voy a extenderme en este asunto/trasunto en profundidad porque ya Carlos Sosa lo ha analizado suficientemente, pero simplemente como lego en temas de la justicia me da la impresión que quienes instrumentalizaron y en grandes cantidades el tema fueron José Manuel Soria, Santiago Alba y Elfidio Hernández contra Victoria Rosell, que encima tuvo la honorabilidad y el “fair play” de dejar la actividad política siendo totalmente inocente. La casa de los líos de los jueces y fiscales canarios sigue siendo una jaula de grillos, y eso no es conveniente para su imagen de cara a la sociedad.