Periodismo de todo a 100

Hace unos días el hashtag #gratisnotrabajo se convertía en Trending Topic. Lo inició una periodista a la que le había llegado una oferta por la que le ofrecían 75 céntimos por cada noticia de 800 caracteres. Articulos hablando bien de una determinada marca de complementos para bodas, bautizos y comuniones. 75 céntimos unas 160 pesetas el artículo. 800 caracteres por menos de lo que cuesta un café.

Esta compañera acudió al nuevo Tagoror de los periodistas para contar lo que le habían ofrecido y rápidamente miles de personas comenzaron a opinar sobre el asunto. Hubo tweets muy claros y contundentes acerca del maltrato hacia la profesión periodística, como uno que decía: ''Pídele a un fontanero que venga a casa a mirar las cañerías y luego no le pagues, a ver qué pasa''

Otro compañero, David Jiménez, denunciaba lo mismo en su blog. En un artículo claro y directo titulado Putas y periodistas Jiménez utiliza una anécdota para contar la situación precaria que viven los medios de comunicación actualmente. Hace un repaso en el que no se deja nada atrás. Habla de la moda, como él mismo la define, que existe entre los medios españoles pedir artículos, fotografías y vídeos a cambio de nada.

El lunes estuve charlando con una estudiante de periodismo. Me preguntó por el futuro de la profesión. Le contesté que la situación es complicada, pero que se puede solucionar. Me mostré bastante optimista porque creo que en el fondo las cosas se pueden arreglar, pero no se van a arreglar solas.

Es fundamental que se apruebe de una vez el Estatuto Profesional del Periodista, también lo es que los periodistas nos plantemos ante este tipo de despropósitos como el que le ofrecían a esta compañera y negarnos a trabajar por unos céntimos, negarnos a cubrir ruedas de prensa en las que no admiten preguntas. No podemos olvidarnos de la función social que debemos cumplir como periodistas.

Está en nuestra mano cambiar las cosas. Puede que no consigamos vencer al poder económico ni a los amiguismos entre poderosos, pero sí podemos dignificar esta profesión.