Sondeos sobre sondeos

Todos en Canarias, hasta los del PP, sabían que estamos en contra de las prospecciones petrolíferas. Por eso a nadie, ni siquiera al PP, le ha sorprendido el resultado de la encuesta elaborada por las dos universidades canarias, encargada por el gobierno autónomo, para saber lo que pensamos de la faena de Repsol en nuestras aguas. El agua es vida, el petróleo no: es solo dinero para unos pocos privilegiados a costa de la mayoría.

Mientras algunos diputados del PP, como Manuel Fernández, no solo no se han extrañado del resultado del sondeo sino que incluso les ha parecido corto, otros como Felipe Afonso lo han cuestionado porque, según dijo, a él nadie le ha preguntado sobre el particular. Tampoco hacía falta porque todos sabemos lo que piensa.

Lo único que le extraña a Fernández es que el sondeo no señalara que hay un 90% de paisanos que están en contra de las prospecciones, en vez del 75%, ya que según él la Televisión Canaria ha adoctrinado al personal. Lástima que el popular solo se acuerde de la manipulación de la tele nuestra cuando está en la oposición, como Águeda Montelongo. Tampoco habla de la manipulación de la otra tele pública, la estatal, controlada por su partido. Pero esto tampoco sorprende a nadie porque el sectarismo partidario y partidista es marca de la casa.

Otro que ha restado credibilidad a la encuesta científica y académica es el ministro del petróleo y defensor de Repsol, que solo respalda los sondeos demoscópicos que coinciden con su opinión. Como Paco Martínez Soria, don Erre que Erre sigue en sus trece del piche.

Es evidente que no se gobierna a golpe de encuestas, pero en democracia los políticos no deben hacerlo de espaldas a la opinión de su pueblo, incluso a la de buena parte de sus correligionarios. A no ser que sean masoquistas y quieran perder las siguientes elecciones, como parece que es el caso. Algunos no se dan por aludidos y siguen erre que erre. Allá ellos.