Se trata de la primera industria pirotécnica canaria que llega tan lejos en innovación y autocontrol, hasta hacerse este pasado agosto con la certificación ISO 9001. Coincidiendo con la quema de los fuegos de San Lorenzo, Pirotecnia San Miguel, de Valsequillo, fue auditada por AIDICO para alcanzar esa calificación gracias a su organización y modernización en el ámbito del diseño y producción de artificios pirotécnicos y diseño, montaje y disparo de espectáculos pirotécnicos, a la vez que se le han certificado tres productos más, la traca de 10, 20, 30, 40 y 50 metros, la traca cascada de 10, 20, 30, 40 y 50 metros, las bengalas de tubo de color y el artificio volador de clase 3. Esto convierte a la empresa de Ramón Martel hijo, heredero de la tradición familiar, en la primera pirotécnica canaria que certifica sus procesos de gestión y organización internos, y que alcanza el mayor nivel de autocontrol en seguridad no solo en sus procesos e instalaciones, sino especialmente en la seguridad de los impresionantes espectáculos que diseña. La empresa anuncia que este invierno incorporará nuevas referencias de productos, más espectaculares e innovadores.