Todavía nadie ha levantado siquiera una esquinita de la alfombra más mísera de la gestión del PP en el Cabildo de Gran Canaria, y ya afloran asuntos que de momento no llegan a la categoría de escándalo, pero todo se andará. La prensa de pago se hacía eco este viernes de lo que adelantábamos aquí hace días, cuando les contábamos que el renting del Audi chiripitifláutico full extras de Soria (tenía televisión y cortinillas automáticas) se había acabado el 30 de junio y que ahora el presidente del Cabildo va en una especie de tartana de diecinueve años de antigüedad que contamina más que una central térmica. El concesionario del Audi, Domingo Alonso, en lugar de prorrogar el contrato y esperar acontecimientos, suspendió el renting y cuando llamó ya era tarde. Los asesores de Pérez piensan en otras marcas menos estrictas, menos germánicas, a ver si nos entendemos. Menos contaminantes, vamos.