Mientras, en Tenerife, que también es verano, el periódico El Día está llevando la voz cantante (con perdón) sobre esta polémica extravagancia de Ángel Llanos de comprar por 25.000 euros lo que no se puede comprar. Algo habrá hecho a don Pepito ese portento de concejal para que el diario esté haciendo un seguimiento verdaderamente tenaz de la noticia, recordando incluso que en derechos de autor por la utilización de canciones por parte de todas las murgas y comparsas, el Ayuntamiento pagó el año pasado a la SGAE 28.000 euros, más o menos lo mismo que va a pagar por una versión, dicen que house, de una canción igualmente pirateada. Como es menester en un carnaval. Debemos concluir, por tanto, que si Llanos habla de manías persecutorias, en el caso de la prensa tinerfeña se refiere en exclusiva a El Día. Nosotros ya nos damos por aludidos sin necesidad de que nos mente.