La noticia del fallido rescate financiero de Telde coincidió con la noticia de la marcha de los dos únicos concejales que en esa ciudad tiene el Partido Socialista Canario-PSOE. José Alcaráz y María Jesús Hernández se han marchado alegando motivos personales, que vienen a ser equivalentes a la expresión “nos marchamos porque estamos hasta los mismísimos”. Es cierto que en el caso de Alcaraz confluyen otros factores, como su estado de salud, que le aconsejan limitar cada día más sus esfuerzos a la docencia universitaria, pero hace ya mucho tiempo que el ex parlamentario y ex dirigente regional socialista había dado por concluido su viejo compromiso de remangarse y tratar de sacar adelante el partido en la ciudad. Su esfuerzo parece no haber dado muy buenos resultados, no ya por el exiguo número de concejales obtenidos en 2011, sino también por el carajal interno que reina en la Agrupación Local Juan Negrín. Los nuevos mandarines socialistas locales, que también deben haber dado por finiquitada la etapa de los anteriores, los han conminado a marcharse de una vez para que las dos plazas de concejales las ocupen el actual secretario general, Alejandro Ramos, y José Luis Pérez, concejal de Fiestas en el mandato anterior. Se supone que el objetivo es catapultar a la fama y ante el electorado a los nuevos valores. Habrá que concederles el beneficio de la duda, pero si no arreglan antes la ruptura interna que sufre el PSOE teldense, el traumático relevo no habrá servido de nada.