Mari Carmen Castellano es la protagonista de nuestras crónicas teldenses del fin de semana. Era concejal de Desarrollo Local y presidenta del PP en Telde cuando estalló el caso Faycán. Fue la primera en adelantarse a todos y defender la limpieza del partido en esa ciudad, aún cuando acababa de ser detenida su compañera Toñi Torres y todo hacía pensar que iba a llover marrón. Luego siguieron otras detenciones de empresarios, asesores y funcionarios, y Castellano se mantuvo todo lo firme que pudo. Fue en esa segunda fase de Faycán cuando recibió una llamada muy expeditiva de Larry Álvarez, secretario de Organización del PP canario y vicepresidente tercero del Cabildo. La orden era tajante: para tapar la corrupción propia, empiecen a meter querellas por las mismas cosas a Paco Santiago y a los suyos, que ya verán cómo distraemos la atención. Ni a Paco Valido gustó la iniciativa. Por eso ejecutó la orden el socio diligente, Guillermo Reyes, pero nos tememos que con bastante poco éxito.