El próximo destino de los conjurados ha de ser necesariamente otra fuerza nacionalista canaria. Algunos, los más ansiosos por tocar poder, es muy probable que recalen pronto en el CCN, el partido que se ha convertido en eficaz palanca para, desde posturas nacionalistas isleñas, dar el salto al nacionalismo continental y muy español que encarna el Partido Popular. Para el CCN corre raudo desde hace semanas José María García Quer, que llegó a ser incluso diputado nacional por el PSOE, partido que abandonó dando un portazo cuando se rechazó su petición de ser director del aeropuerto de Gran Canaria. Otros pueden haber tocado ya la puerta de Nueva Canarias, la fuerza nacionalista mejor implantada en Gran Canaria. Varios de los disidentes pasaron varias horas de la noche del martes reunidos en la sede de NC con determinados dirigentes en busca de comprensión. Los saludaron con cariño, pero cuando se marcharon se emitieron las primeras señales a la galaxia: no es precisamente ese plantel por donde queremos crecer. Saben en NC que las conversaciones para ciertas operaciones generales, insulares y teldenses podrían enturbiarse seriamente si de improviso aparecieran en escena pintados de verde estos históricos ciclistas carentes de pelotón.