Nada mejor que ser negligente en la gestión de los dineros públicos para que te premien con un puesto de postín. La diputada regional del Partido Popular Maribel Oñate es la única concejala del equipo de gobierno que acompañó a Zerolo en el mandato 2007-2011 que tiene un cargo público a pesar de ser responsable de un amplio ramillete de desfases presupuestarios, de endeudamientos extrajudiciales, de contrataciones irregulares y de disparates políticos por doquier. La última aportación a su currículo la ha hecho un juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que ha condenado al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife a pagar más de dos millones de euros por facturas de 2008 que nadie llegó a pagar nunca. Oñate era la concejala de Fiestas y contrató de manera tan irregular que la Intervención le tumbó los pagos, pero es responsable también de este desaguisado el gerente de Fiestas, Alfonso Cabello, actual vocal del Comité Ejecutivo Insular del PP, del mismo modo que es responsable Miguel Zerolo, que utilizó este agujero para tratar de dañar al entonces líder de los populares, Ángel Llanos, su compadre de pacto hasta que todo se rompió en 2009. Zerolo, apoyándose en Norberto Plasencia, se negó a pagar esas facturas a pesar de estar reconocidas extrajudicialmente por el pleno municipal, lo que ahora podría suponer para el Ayuntamiento unos intereses de más de un millón de euros. Qué portentos de la gestión, ¿verdad?