Crisis para todo, incluso para la cultura y las grandes manifestaciones musicales. Pero dadivosidad sin límite para ese pedazo de orfeón que amenaza con amenizar los plenos del Congreso de los Diputados a partir del próximo noviembre, mes puramente electoral, por si no se han percatado todavía. Es de justicia atribuir a Coalición Canaria la marca “la voz canaria en Madrid”, soniquete con el que vienen machacando el pabellón auditivo de los votantes isleños desde que José Carlos Mauricio y otros tuvieran en 1991 aquella genialidad comercial que ha permitido transformar en partido serio aquella UTE formada por once marcas distintas. Por lo tanto, nada que objetar a que la señora Oramas, constituida en jefa de equipo del pelotón que forman Coalición Canaria y Nueva Canarias, utilice el reclamo en la presente pre-campaña y lo que te rondaré, morena. Por aproximación ideológica y programática, que no simpatía, debemos hacer extensible la autorización de la patente a Pedro Quevedo, cabeza de lista de esa agrupación por la provincia de Las Palmas. Lo que nos provoca algunas dudas, y en los votantes nacionalistas y de derechas incluso algunos ronchones, es que se apropien la titularidad de ser “la voz canaria en Madrid” candidatos como José Manuel Soria y directores gerentes como Ignacio González, que este miércoles se largaba un sentido artículo en esa línea en su periódico independentista de cabecera, El Día. Mucha prima donna para un solo orfeón, nos parece a nosotros.