Gago, premio Tomás Morales de Poesía, confiesa en las entrevistas que está concediendo estos días que se metió en un jardín del que le está siendo difícil salir, pero habrá que reconocerle una desmedida afición por pisar las flores, y no precisamente las de Baudelaire. A su blog lo ha subtitulado Diario de la Injuria y sostiene que tanto él como su adversaria judicial defienden el “arte del insulto” ya que “la propia Carmen Martínez Castro publicó en el año 2005 un artículo defendiendo 'el arte del insulto' en el que hacía referencia a Jaime Campmany como un maestro”. Desde luego que cada uno elige los maestros que más estima, pero parece que los “insultos” y las “injurias” le molestan a la jefa de prensa del PP nacional, que ha ejercido su derecho a acudir a los tribunales y parece que la defensa de Víctor es endeble y frágil ya que va a retractarse para no ser multado, pues no puede demostrar la filtración.