Plácido, de Luis García Berlanga, con guión entre otros de Rafael Azcona, recientemente fallecido, estuvo nominada al Oscar en 1962. Está considerada por los expertos como una de las películas más agrias sobre la sociedad española de la época, en pleno franquismo. Su subtítulo es “Ponga un pobre en su mesa” porque el argumento gira en torno a un concurso de pobres que convoca la fábrica de ollas Cocinex y que consiste en que la gente de bien siente en Navidad a un menesteroso a su mesa. Rita Martín, que seguramente no ha visto la película, y si la vio, al entendió al revés, acaba de poner en marcha una campaña también bastante menesterosa cofinanciada por fondos europeos y con un penoso eslogan genérico: “Ponga un turista en su vida”.