Vaya por dios, se le acumulan los problemas al ministro español del Petróleo y Actividades Clasificadas, Molestas e Insalubres. Porque al informe de la Unesco que el PP en bloque ha salido a decir que no es de la Unesco se sumó este fin de semana una respuesta por escrito del mismísimo Gobierno a una oportuna pregunta del diputado de Izquierda Unida José Luis Centella. Vamos a ver cómo resuelven a partir de este lunes los voceros sorianos el lío en el que se han metido al reconocer de manera gubernamental que no va a haber ingresos adicionales a Canarias ante el hipotético hallazgo de petróleo en las aguas cercanas a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. Podría haber dudas sobre la pronunciación correcta de Greenwich, que el ministro canario resolvió a su modo con dos modalidades, Grinich y Grinuich, ninguna coincidente con la correcta, que viene siendo algo así como Grenich, con esa e cercana a la i que se pronuncia poniendo boca-ganso, ya saben. No hemos podido arreglarle al señor ministro que el meridiano cero no pase por El Hierro porque ha sido imposible reunir este fin de semana a todos los expertos que cambiaron esa convención en 1885; ni reponer a Margarona Páez en su cargo de alcaldesa pedánea de La Graciosa, por mucho que su excelencia haya manifestado urbi et orbi que fue con ella con la que habló para resolver el problema de la estampida de Bankia. Tampoco hemos logrado endilgarle a la Asociación de Vecinos de El Fondillo la autoría del informe elaborado por el comité científico del programa Man and Biosphere (MaB), en su sección española, sobre los posibles daños de prospecciones y explotaciones petrolíferas en inmediaciones de Reservas de la Biosfera, declaradas por la Unesco por unos valores ambientales que pasarían a estar en entredicho. Lo que no vamos a intentar ni de coña es cambiar una respuesta del Gobierno porque eso, en tal caso, competerá al señor ministro del Petrólo, que ya puede ir preparando un prontuario convincente porque va a tener una aciaga semana con ese papelote.