Habrá que aceptar al marqués como animal de compañía político. Sus ''garras'' han arañado de tal forma a los partidos estatales que se sitúa este semana de venta masiva de extintores en Fuerteventura en el centro de las desgracias de PP y PSOE. De una tacada, provoca con sus alianzas con Blas Acosta la dimisión de Estévez, y con sus imposiciones al PP insular de votar contra CC en el Cabildo, la espantada de Padilla, a quienes los fieles al marqués consideraban la más fiel de todas. Asusta don Domingo hasta el punto de que Estévez dijo este martes, en su despedida del PSOE, que la gente del municipio ya “está acojonada”. Y debe ser verdad porque el acojone llega tanto a Soria, con sus “horas naturales” corriendo y sin querer manifestarse por la dimisión de Padilla, como a Ferraz, que ahora dice que quiere recabar toda la información del caso antes de ponunciarse sobre el cisma del socialismo majorero. Y todo esto antes de que la Ejecutiva regional reculara, oficialmente, a última hora de este martes. ¿Alguien da más? Seguro: la jornada decisiva de este miércoles. No se la pierdan.