Impresionante la entrevista a dúo que hicieron la noche del lunes en la Televisión Canaria a los presidentes de los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife, José Manuel Soria y Ricardo Melchior, respectivamente. Es imposible baboseo mayor, más lugares comunes en tan pocos metros cuadrados, más peloteo y más acartonamiento que el que pudieron ver los espectadores. Pretender que las fotos de la niñez de los invitados, sus cuitas con personajes de fama mundial o sus escaramuzas deportivas fueran obra de una ardua tarea de investigación del programa es un insulto a la inteligencia de los telespectadores. Hacer las preguntas que les fueron formuladas con el único objeto de que se lucieran en lo personal y en lo político, es tan penoso que sólo merece que lo aborde el consejo de administración en su próxima reunión. Y Soria cantando una de José Feliciano (Qué será de mi vida qué será), absolutamente impagable. No parecía preparado lo más mínimo.