Fue una sensación fugaz, pero la fotografía de pésima calidad, con apariencia de robada, del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria junto a su homólogo de Dakar, distribuida por los servicios de prensa y propaganda del consistorio, devolvió a algunos a aquel quiero y no puedo de Ana Botella vendiendo Madrid y su Plaza Mayor como el idílico lugar donde tomarse un relaxing cafenileche. Cardona está en Rabat, a donde acudió ?siempre según sus servicios de prensa- para “participar” en la II Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales y desde allí proclamar al mundo la buena nueva de su muy particular plan de internacionalización de la ciudad y su deseo de constituir la Red de Ciudades del Atlántico Medio con el que pretende divulgar principios tan honorables como el desarrollo urbano y sostenible, la democracia, la lucha contra la pobreza, la buena gobernanza y la transferencia de experiencia y conocimientos tecnológicos. Lo que no tenemos muy claro es qué formato de divulgación está empleando el alcalde para alcanzar los objetivos fijados ya que, como cualquier puede comprobar con la sola lectura del programa de las jornadas, es falso que fuera a intervenir en la cumbre porque su presencia no aparece prevista como ponente ni como participante en alguna de las mesas redondas organizadas. Esa ausencia nos librará de cualquier posible apuro con el relaxing cafenileche, o el relanxing ron miel en Catalina Park, que ya se sabe que cuando nos ponemos autóctonos no hay quien nos gane. Serán, por tanto, encuentros bilaterales que celebrará a salto de mata, entre pausa y pausa en los pasillos del hotel Sofitel de la capital marroquí, para colocarle su película a los alcaldes africanos. Algunas pistas le dio gratis la semana pasada el cónsul de Marruecos en Canarias de lo que puede interesar del alcalde canario en los países africanos vecinos: desalación y energías renovables. Son estas dos disciplinas en las que el señor Cardona es líder mundial: acaba de vender una potabilizadora a la chatarra, ha planteado desguazar otra de 75 millones que tiene parada y pertenece al partido del ministro que ha destrozado por décadas el desarrollo de las nuevas energías en España. A ver si al menos reparte todos los folletos.