Hemos intentado buscarle explicación científica (y hasta de inteligencia semántica) a este lapsus de la Lista WIP y no la hemos encontrado. Tecleamos nombres tan carismáticos como Dimas Martín, siempre moviéndose en esa delgada línea que en Canarias separa los negocios de la política, y no hemos tenido suerte: el político lanzaroteño también aparece encuadrado en esa actividad tan noble. Buscamos a Miguel Zerolo, amigo y referente del presidente del PP canario, y no apareció. Ni siquiera Paulino Rivero, al que casi todos vinculan ya con el negocio audiovisual, aparece en el ranking exclusivamente empresarial. Pero Soria sí. No lo entendemos, la verdad.