La tele canaria ‘cierra’ el viernes

Sólo un gesto del Gobierno de Canarias puede evitar que el caos que reina en la Radiotelevisión Canaria se reconduzca mínimamente. Una ley aprobada en los minutos de descuento de la anterior legislatura, pensada para apartar las manos (y las tentaciones) del poder político de la gestión de los dos medios públicos canarios se ha tornado completamente ineficaz. El control gubernamental es en estos momentos más férreo que anteriormente y solo una inyección económica de urgencia permitiría que la televisión pueda tomarse un respiro. El grifo permanece de momento cerrado. Este viernes dejarán de emitirse los dos únicos programas que ha contratado el nuevo director general, Santiago Negrín (Directo a las 7 y Sin lugar a dudas), por falta de presupuesto, con una parrilla de circunstancias, la audiencia en sus registros más bajos y la industria audiovisual generada a su alrededor en la ruina o en amenaza de ruina. En la caja del ente público apenas quedan 20.000 euros de un presupuesto de 32 millones que apenas alcanzan para el contrato de suministro de servicios informativos y el transporte de la señal. El recorte de 3,5 millones decretado por el Gobierno de Fernando Clavijo, y la pérdida de otros 1,3 provenientes de convenios con consejerías y del mercado publicitario privado, todavía en crisis, impiden contratar una sola producción. El panorama es desolador, a lo que contribuye sin duda la actitud del presidente del consejo rector/director general, Santiago Negrín, incapaz de enderezar el rumbo o de dimitir, que viene siendo la exigencia que tiene sobre la mesa precisamente por parte del mismo partido gubernamental que lo respaldó para evacuar por la vía de urgencia al denostado Willy García. La única buena noticia de los últimos días es la reincorporación a su puesto de trabajo del director financiero, un profesional sugerido por la diputada Ana Oramas que ha pasado un mes de baja por una crisis de estrés. Le deseamos un total restablecimiento. Y un milagro.

 

 

 

Nueva comisaria política

Santiago Negrín está tan aislado en su flamante cargo de presidente/director general de la Radiotelevisión Canaria que se tuvo que enterar este martes en el Parlamento de que Fernando Clavijo había contratado a la periodista Daida Rodríguez (Canarias7) para ocupar la plaza que dejó vacante Paco Martín antes de las vacaciones de Semana Santa por dimisión impuesta por la superioridad. Rodríguez tiene una encomienda muy concreta del presidente del Gobierno: controlar los servicios informativos de la Televisión Canaria y en su conjunto a Canarias Radio La Autonómica. Clavijo no ha abandonado su convicción –adquirida de sus tiempos de alcalde- de que es imprescindible el control de los medios informativos, tanto los públicos como los privados, para la buena marcha de su carrera política. Controla hasta quiénes son los tertulianos, qué personas son entrevistadas, el tratamiento de las noticias de enjundia. El nombramiento de la nueva comisaria política, con un cargo cuya nomenclatura es un misterio a día de hoy, habrá de pasar por el consejo rector de RTVC, cuyos miembros se nutren en estos momentos exclusivamente de rumores. Y como rumor definió Daida Rodríguez su nombramiento a preguntas de este periódico este pasado martes: “Sigo en Canarias7 y espero seguir aquí hasta el final”, aseguró. Sin embargo este jueves ya no acudirá a su puesto de trabajo en El Sebadal tras haber cubierto para su periódico el debate del estado de la Nacionalidad de esta semana. Su empresa fue notificada de su decisión la semana pasada, aunque ella lo niega rotundamente. Sustituye en el cargo a Paco Martín, defenestrado a poco de llegar a la casa sin lograr meter en cintura a un indomable director general, que ya no cuenta con el respaldo de ningún grupo parlamentario. Pero si no dimite voluntariamente, su despido se torna complicado precisamente por la ley autonómica que pretendió blindar la independencia imposible de los dos medios de titularidad pública. Negrín llegó a la televisión pública sin experiencia alguna en el campo televisivo, pero tampoco la tienen ni Paco Martín ni Daida Rodríguez. De gestión empresarial ni hablamos.

 

TVE le echa la pata por delante

Santiago Negrín dice haber conseguido del Gobierno un compromiso para inyectar dinero antes de que termine esta misma semana. Pero las productoras que realizan los dos nuevos programas que él mismo contrató (Can Can y Mediareport) ya han anunciado a sus trabajadores que todo acabará este mismo viernes, cuando se emitan las dos últimas entregas de estas tiras diarias. Ocurrirá justo cuando ambos espacios empezaban a coger resuello y a justificar su alto coste para una tele en ruinas. Directo a las 7, el mejor posicionado, ya se situaba en la media de audiencia de la cadena (5,1%), y Sin lugar a dudas rozaba el 4%. Sin embargo, la televisión pública canaria sigue en registros ridículos comparados con los que se alcanzaron en etapas anteriores. Ni siquiera la retransmisión de los actos del Carnaval este pasado mes de febrero impidieron que su más directo competidor, Televisión Española en Canarias, le echara la pata por delante por primera vez. La autonómica alcanzó un 6,4% de audiencia frente al 6,5% de Televisión Española. Marzo se cerrará con una distancia mayor: 5,1 frente al 6,4%. El desnorte es total y la única solución que de momento se le ha ocurrido al presidente del Gobierno es contratar a una periodista –muy buena periodista, por cierto- del mundo del papel. 200 trabajadores de la industria audiovisual canaria miran boquiabiertos el esperpento.