Telde es un mundo por descubrir. Sobre todo durante la larga noche del Faycanato y su vertiente selvática de Doramas. Parece que las cosas del mandar ya han cambiado desde el 27-M, pero los efectos del Régimen Anterior quedan todavía por ahí, en forma de pintadas y amedrantamiento en pleno mes de agosto, como la que ofrecemos en la imagen de aquí al lado. Es lo que le ha sucedido a una familia de pequeños empresarios, que anda ya hasta el gorro de las formas de hacer que se ingeniaban en la concejalía más suculenta del Ayuntamiento, aquella que dirigía a su manera Guillermo Reyes con su jefe de servicio, entalegado el 16 de mayo e imputado por dos veces en sendos juzgados, José Luis Mena, de brazo ejecutor. La historia es truculenta, tan larga como la noche del Faycanato: parte de 2003 y de los caprichos de otro de los compadres del ex jefe de los Servicios de Ordenación Territorial -tranquilo, Pedro Pablo que no va contigo-. Caprichos terrenales, que no se nos entienda mal. Y de las amenazas y persecuciones ya tienen constancia quienes deben: desde la Policía hasta la Fiscalía. También nosotros. Y las iremos desgranando poco a poco.