Debemos descubrirnos, y de hecho nos descubrimos, ante la diputada socialista Gloria Gutiérrez, que ha confirmado su mérito de haber sido la parlamentaria que más y mejor se ha estudiado todo el asunto eólico. Conoce cada papel, cada declaración de los comparecientes, cada paso de los políticos y las instituciones investigadas, buena parte del sumario penal, lo que le ha servido para llegar a la conclusión que nosotros habíamos alcanzado hace tiempo: la operación eólica, el verdadero pelotazo eólico, no estaba en el entorno de Celso Perdomo, sino en el despacho del consejero de Industria, en el despacho del presidente del Cabildo y en el despacho de José Manuel Arnáiz. Los dos primeros, los hermanos Soria, facilitando al máximo el camino de Promotora de Recursos Eólicos -los Esquível-, hacia la exclusividad en el muelle de Arinaga, y Arnáiz, otorgando el suelo público preciso para la megaturbina de Enercon. Los demás son lebranchos, que apenas sirven siquiera para jarear.